Antonio Hernando llevó a cabo este miércoles, durante el pleno sobre los Presupuestos Generales del Estado, uno de susdiscursos más duros contra el PP. Nada que ver con la intervención del portavoz del PSOE a finales del año pasado durante el debate de investidura de Mariano Rajoy como presidente del Gobierno, que los socialistas permitieron a través de la polémica abstención de sus diputados. Hernando empezó y acabó deteniéndose en los últimos escándalos de corrupciónprotagonizados por los conservadores, un “pantano” que resulta “repugnante” y que provoca que cualquier pacto, ya en “política, economía o en materia presupuestaria”, dijo, sea imposible.

Aun así, aunque el PP no tuviera trapos sucios ni antiguos dirigentesen la cárcel, como el expresidente de Madrid, Ignacio González(acusado de los delitos de organización criminal, prevaricación, malversación, cohecho, blanqueo, fraude y falsificación documental), el PSOE tampoco apoyaría las cuentas públicas del Gobierno. A juicio de la principal fuerza de la oposición, estas ejemplifican, por “antisociales”, los seis meses de Rajoy al frente de la Moncloa. Hernando los resumió así: “Recortes, limitación de derechos, pasividad frente a la pobreza y la desigualdad, insensibilidad social, contumacia en su reforma laboral, pervivencia de una fiscalizad injusta y ausencia de modelo económico alternativo”.

SIN MOVER “UN SOLO MÚSCULO”

“El Gobierno viene a este debate con una credibilidad bajo mínimos y una confianza diezmada como consecuencia del pantano de corrupción en el que están inmersos determinados dirigentes de su partido y demasiadas organizaciones territoriales del PP”, explicó Hernando poco antes de señalar que las “políticas de recortes, desigualdad y precariedad” persisten pese a que España se encuentra en su tercer año de recuperación económica. “No era la crisis, es laideología de un partido que nunca ha considerado que la igualdad y la cohesión social sean esenciales”, argumentó.

La frase más contundente llegó al final. "Estos Presupuestos se discuten en un clima político repugnante, en el que los ciudadanos se sienten profundamente asqueados por la corrupción del PP sin que el Gobierno haya movido un solo músculo. Antes bien, las actuaciones de su Gobierno, señor Rajoy, van dirigidas a proteger a los corruptos y a intentar que se vayan de rositas", concluyó el portavoz socialista.

UN EQUILIBRIO COMPLICADO

Una actitud como esta podría dar pie a pensar que los socialistas estudian cambiar de criterio y sumarse a la moción de censuracontra Rajoy promovida por Podemos. Pero no. Un día antes de la intervención de Hernando, el presidente de la gestora, Javier Fernández, envió una dura carta a Pablo Iglesias, en respuesta a otra anterior del líder morado, donde descartaba por completo apoyar esta drástica iniciativa, la tercera en democracia.

La misiva es corta, de apenas un folio, pero es una buena muestra de la profunda desconfianza que preside las relaciones entre el PSOE y Podemos. Está repleta de críticas, incluido el recuerdo al voto en contra de Iglesias a la fallida investidura de Sánchez. “No quiero polemizar contigo por las declaraciones en las que hablas de las equivocaciones del PSOE derivadas de la investidura de Rajoy. Pero te recuerdo que no hubieran tenido lugar si el partido que diriges hubiera permitido un Gobierno alternativo para el que existía mayoría suficiente. Créeme que, cada vez que lo reiteras, tengo la sensación de que pretendes regresar como salvador a la escena del crimen”, escribe Fernández. “En lugar de hacer de la política unjuego de apariencias, deberíamos propiciar acuerdos”, reclama el también presidente de Asturias.

El PSOE, que en poco más de dos semanas y media elegirá en primarias a Susana Díaz, Pedro Sánchez o Patxi López como nuevo secretario general, se mueve aquí por un terreno pantanoso e indefinido: la política de oposición será muy distinta si gana la presidenta de Andalucía, que defendió la abstención como forma de evitar nuevas elecciones, o el exsecretario general. Por el momento, la gestora busca mostrar contundencia frente al PP pero sin seguirle el juego al partido morado, al considerar que, debido a los vetos de Podemos y Ciudadanos, no existe en el Congreso una mayoría alternativa a la que lideran los conservadores. Este equilibrio, reconocen en la propia dirección interina de los socialistas, puede llegar a ser “muy complicado”.