Carles Puigdemont está dispuesto a volver a Catalunya solo como presidente de la Generalitat. Para ello, busca que la Mesa del Parlament haga una interpretación del reglamento del Parlament favorable a sus intereses que le permita superar la sesión de investidura a distancia.

Según ha explicado esta mañana su entorno a la CCMA, el objetivo de la maniobra es poner en apuros al Estado con su regreso, que de esta manera se vería obligado a detener no ya a un candidato a la presidencia, sino a un 'president'. Puigdemont puede moverse libremente fuera de España, pero en cuanto cruce la frontera se activará la orden de detención que pesa sobre él.

La jugada solo puede salir bien si los independentistas controlan la Mesa del Parlament, que negocian desde hace días en Bruselas y en Barcelona. El entorno de Puigdemont subraya que el reglamento de la Cámara no explicita que el aspirante a presidente deba estar en el Parlament en el debate de investidura, y a esa grieta se acogen.

En la sesión constitutiva, fijada para el día 17, empezarán a quedar claros los planes de los independentistas. Según ha explicado esta mañana Antoni Castellà, que iba en las listas de ERC en las elecciones del 21-D, JxCat y los republicanos se plantean que los cuatro 'exconsellers' que acompañan a Puigdemont en Bruselas -Clara Ponsatí, Lluís Puig, Toni Comín y Meritxell Serret- renuncien a sus escaños para que los soberanistas tengan asegurada la mayoría absoluta.

De esta manera, los partidos independentistas contarían con 66 diputados asegurados, frente a los 65 del bloque contrario a la separación. Pese a que ERC ha explicado en los últimos días que movimientos de este estilo pueden presentar problemas legales -es evidente que los constitucionalistas los recurrirían ante el Tribunal Constitucional-, JxCat insiste en que el único plan es investir a Puigdemont.