El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha abierto este domingo el curso político con su tradicional mitin en el Castillo de Sotoumaiur, Pontevedra, situando en su diana a los dos peligros que, a su juicio, amenazan a España: el desafío independentista y la posible coalición entre el PSOE y los "radicales y extremistas" de Podemos, encaminada a desalojar al PP de la Moncloa.

En cuanto al escenario catalán, el jefe del Ejecutivo ha arremetido contra la lista unitaria promovida por CDC y ERC al señalar que "algunos están juntos para romper" pero son muchos más los que "están juntos para unir". En este sentido, ha subrayado que las elecciones del 27 de septiembre son "autonómicas" y, en su opinión, solo responden a que algunos, en referencia a Artur Mas, "están embarcados en una delirante huida hacia ninguna parte, que solo ha servido para dividir a la gente en Catalunya, para enfrentar, para engañar a la sociedad catalana y para generar frustración en el futuro".

Una vez desechada la idea de que los comicios sean plebiscitarios, Rajoy ha avisado sobre que cada vez que alguien "ha tratado de contagiar el virus de la desunión", a España le ha ido mal, por lo que el PP no va a permitir ni "ultimátums de sí o no" ni "imposiciones para que los catalanes renuncien a España y a Europa", ni que Mas convierta a los catalanes en "extranjeros en su país porque todos ellos "son catalanes, españoles y europeos" y no tienen que renunciar a alguna de esas condiciones.

El presidente del Gobierno, que el viernes recibirá al primer ministro del Reino Unido, David Cameron, en la Moncloa, quien pasará la la historia por permitir que en Escocia se haya celebrado un referendum sobre su posible secesión, reiteró que él no se moverá ni un ápice de sus principios, que pasan por la defensa de "la unidad, lasoberanía nacional, es decir, que lo que sea España lo decidan todos los españoles, ni unas Cortes ni un parlamento, la igualdad, la libertad, los derechos fundamentales, la solidaridad y la cohesión".

Los ataques al PSOE y su alianza con Podemos

El presidente también ha aprovechado para asegurar que el Gobierno "agotará la legislatura" y alertar a sus adversarios de que el Ejecutivo "no está en tiempo de descuento, aún hay tiempo de juego" y va a "marcar unos cuantos goles". En este sentido ha respaldado la necesidad de dejar aprobados los presupuestos del 2016, una defensa que renunció a hacer esta semana en el Congreso en el debate a la totalidad de las cuentas, como le exigía el PSOE.

En una conversación informal con los periodistas, tras explicar que ha pasado el verano dando paseos, en grandes comilonas y leyendo novela policiaca, denostó la intervención del líder del PSOE, Pedro Sánchez, en dicho debate.

Y, desde la tribuna, ha situado al principal partido de la oposición como "el único problema que se atisba en el horizonte" y que puede frenar la recuperación económica, de la que ha sacado pecho. Así, ha señalado que el principal problema que amenaza "la estabilidad" necesaria para que continuen las "reformas" que él ha emprendido es "la deriva del PSOE hacia la radicalización, el extremismo, su desconcierto ante un tema tan importante como Catalunya y su apuesta por una coalición con partidos extremistas y radicales y querer cambiar todo lo que se ha hecho y ha funcionado".

"Lo peor que le puede pasar a España en las elecciones generales es esa coalición que algunos están preparando contra quien va a ganar las elecciones", ha concluido, en alusión al PP.