El comité ejecutivo nacional del PP se reunirá hoy por primera vez después de ser elegido en el reciente congreso celebrado en Sevilla. Según fuentes del partido citadas por la agencia Efe, Mariano Rajoy aprovechará su discurso ante la cúpula del partido para transmitir dos mensajes. El primero, pensado para que todos tengan claro que los Presupuestos Generales del Estado son «duros» pero «necesarios». Y el segundo servirá para lanzar un capote a Javier Arenas, después del inesperado resultado cosechado en las elecciones andaluzas y que le ha dejado sin opciones de presidir la Junta. Las mismas fuentes adelantaron que Rajoy evidenciará ante la dirección que mantiene intacta su confianza en Arenas.

En el encuentro de esta mañana también se analizarán los primeros 100 días en el Gobierno. No sobran los motivos para las celebraciones porque seguramente han dejado un regusto más agridulce de lo previsible. El portavoz del grupo popular en el Congreso de los Diputados, Alfonso Alonso, calificó ayer estos tres primeros meses de «una verdadera terapia de choque para sacar a la economía española adelante».

Más allá de terapias, de choque o de grupo -como son, a veces, las reuniones de las ejecutivas de los partidos-, los populares quieren reforzar las estrategias de comunicación cara a que los ciudadanos comprendan y, si puede ser, compartan medidas controvertidas como la amnistía fiscal anunciada tras Consejo de Ministros del pasado viernes.

La munición

El PP asegura que la amnistía fiscal permitirá mantener las políticas de protección social y que la única alternativa era la subida del IVA. «La alternativa era o aflorar el dinero oculto y hacemos que tribute y aumente la tributación de las grandes empresas o la única alternativa era subir el IVA, subir el impuesto a los ciudadanos que tienen menos rentas», defendió el portavoz popular.

La amnistía fiscal es precisamente el argumento que, junto a la reforma laboral, ha dado más munición a los partidos de izquierdas. El secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, aseguró que el «deterioro de imagen» que ha sufrido Rajoy en sus primeros días al frente del Gobierno se debe a que no dijo «ninguna verdad durante la campaña electoral». «Han abarato los despidos, han subido los impuestos y han hecho amnistías fiscales», apuntó. «La gente se ha dado cuenta de que ahora las cosas están peor y de que ellos solo quieren aprovechar la crisis para hacer las reformas que siempre han querido», insistió.

Los socialistas, a pesar de que Rubalcaba no se fotografiase detrás de la pancarta, apoyaron la huelga general y saben que la amnistía fiscal ha molestado especialmente a los electores del flanco izquierdo, sean o no votantes socialistas. Por eso, esta presa no la van a soltar. «Ha puesto a los defraudadores en nuestra casa. Es una carga moral que no vamos a aceptar», sentenció Rubalcaba.

Caso aparte es la relación que mantienen CiU y PP. Los nacionalistas están a la espera de conocer si Rajoy se aviene a pagar una parte correspondiente a la adicional tercera del Estatut, y si es así poder dar por buenos los Presupuestos. De momento, en estos 100 días han avalado la reforma laboral y la amnistía fiscal, que no es poco.