Mariano Rajoy deja la presidencia del PP. "Es lo mejor para mí y para el PP, y creo que también para España", ha anunciado el expresidente del Gobierno ante la cúpula de su partido. Solo cuatro días después de que el Congreso validase al socialista Pedro Sánchez como nuevo presidente del Ejecutivo, Rajoy adelanta que abandonará el cargo que ocupa desde el 2004, cuando sucedió a José María Aznar.

"Ha llegado el momento de poner punto y final a esta etapa. El PP debe seguir avanzando bajo el liderazgo de otra persona", ha declarado. Rajoy ha comunicado que en breve se celebrará una Junta Directiva Nacional que será la encargada de convocar un congreso extraordinario para elegir la nueva dirección del PP. Allí se conocerá su sucesor y él ha dado muestras de no repetir otro dedazo. "Cumpliré mi mandato de presidente hasta el día que elijáis a la persona que me vaya a sustituir", ha concretado.

Según los estatutos, el congreso nacional extraordinario podrá ser convocado "en casos de excepcional urgencia", con solo 30 días de antelación, así que lo más probable es que en julio ya haya nuevo líder del PP.

FEIJÓO TOMA LA PALABRA Y SE EMOCIONA

Mientras tanto, Rajoy descarta hacer cambios orgánicos ni en tampoco en el grupo parlamentario, donde algunos dirigentes creían que iba a colocar a la exvicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, ahora diputada rasa. No quiere hacerlos él para que respondan al criterio de su sucesor. Santamaría, junto a María Dolores de Cospedal (secretaria general) y Alberto Núñez Feijóo (presidente de la Xunta) han ocupado siempre las quinielas del relevo y parece que Rajoy no ha querido tomar partido por ninguno. Según dirigentes que están participando en el comité ejecutivo nacional, los tres han tomado la palabra para agradecer al político gallego su labor al frente del partido y del Gobierno. "No tenía pensado hablar", ha declarado Feijóo visiblemente emocionado. Al contrario de lo habitual, muchos participantes del comité están tomando la palabra para alabar la figura del exjefe de Gobierno y contando anécdotas de sus vidas políticas en común.

EL POLÍTICO GALLEGO SE EMOCIONA

El exjefe del Ejecutivo se ha permitido emocionarse unos segundos, cuando se ha despedido de sus compañeros de partido y les ha dado las gracias. "Soy consciente de la enorme lealtad que he tenido por parte de todos vosotros, hasta el último día, ha sido increíble", ha afirmado con lágrimas en los ojos y el aplauso de todos los conservadores en pie. "Seguiré con vosotros, no me imagino fuera del PP. Ha sido mi vida y quiero que siga siéndolo. No voy a dejar el partido", ha comentado.

El político gallego se ha comprometido a ser leal a quien elijan. "Estaré a la orden y a la orden es a la orden", ha señalado, en un claro mensaje a nevegantes.

NO PIDE PERDÓN POR LA CORRUPCIÓN

El 'marianismo' se acaba, pero Rajoy se marcha sin pedir perdón por los numerosos escándalos de corrupción de su partido y defendiendo férreamente su legado. En su mensaje de despedida ha dibujado un panorama de optimismo para el PP. "Ahora lo que toca es mirar al futuro. Seguimos siendo el primer partido de España. Contamos con el grupo parlamentario más grande del Congreso y con mayoría absoluta en el Senado. Tenemos dirigentes preparados. No hay ningun motivo para el desánimo", ha defendido.

Rajoy ha subrayado las dificultades de Sánchez frente a un Gobierno en minoría parlamentaria. Ha acusado a socialistas y sus apoyos de usar la moción de censura de forma partidista. “Se ha derribado a un Gobierno y se ha elegido a un nuevo presidente, pero no hay compromiso con la estabilidad política y eso es una mancha que ensucia a todos, que han estado pensado en sus intereses particulares o en sus propios miedos”, ha señalado. Ha puesto de manifiesto, también, los riesgos del conflicto territorial.

LA MEJORA ECONÓMICA

“Resulta inquietante la fragilidad política del nuevo Gobierno cuando la situación en Cataluña y en las calles de Cataluña dista mucho de estar calmada”, ha afirmado. "Los independentistas tienen derecho a existir y a gobernar si ganan las elecciones pero no a incumplir la ley y a pasar por encima de la voluntad de la gente", ha insistido, agitando la amenaza del secesionismo.

Rajoy resistió el envite de la crisis económica, la prima de riesgo disparada y las caídas de notables figuras populares, pero no ha podido superar las consecuencias derivadas de una trama institucional de corrupción en su partido. La sentencia del 'caso Gürtel' ha sido la losa que pone fin a una era en el PP y que deja a la formación en una crisis sin precentes, con una debilidad electoral que amenaza con extinguir al gran bastión del conservadurismo político desde la Transición.