El presidente del Gobierno Mariano Rajoy ya está subido en el nuevo AVE que une desde este lunes Madrid y Alicante, una línea que lleva la línea de alta velocidad española hasta los 3.100 kilómetros. El presidente del Gobierno está acompañado del Príncipe y de los ministros de Fomento, Ana Pastor, y de Exteriores, José Manuel García-Margallo.

Es un día para una foto discutible, por el impacto que la inversión del AVE está teniendo en las arcas públicas (ADIF tiene una deuda de 14.000 millones de euros) y otra a evitar, la de Rajoy con la alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, imputada en el 'caso Brugal' por revelación de información privilegiada, tráfico de influencias y cohecho.

Ir a Valencia, una comunidad que el presidente ha evitado visitar hasta hace dos semanas, cuando fue a un acto del partido en Peñíscola (Castellón), tiene mucho riesgo para el líder del PP. Los populares tienen hasta nueve imputados con un escaño en las Cortes Valencianas.

Protocolo

Y ahora toca esquivar a Castedo, algo en lo que los servicios de protocolo de Presidencia y la Generalitat valenciana seguro que se habrán volcado.

A lo largo del viaje, que tiene paradas en Albacete y Villena, se subirán la secretaria general del PP y presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, y el president valenciano, Alberto Fabra.

Los invitados de honor en este primer trayecto a Alicante volverán a Madrid en un tren a las dos de la tarde.