El Rey Felipe VI ha cumplido con la tradición de la ofrenda nacional al Apóstol Santiago, el patrón de España ante el que ha recordado con "un sentimiento de profundo dolor" a las víctimas de la tragedia de Angrois y a los españoles en situaciones difíciles a causa del paro.

En su primer viaje a Galicia como Monarca, justo cuando se celebra el Día de esta Comunidad, Felipe VI, embajador de honor del Camino de Santiago, ha señalado que hace doce meses un accidente de tren en el barrio compostelano de Angrois "llenó de luto" a muchas familias, "conmovió a toda España" y "ensombreció" la festividad del 25 de julio.

"La Reina y yo lo tenemos muy presente y queremos que, en este aniversario, nuestra presencia aquí sea también testimonio de homenaje y respeto a los fallecidos, de solidaridad con sus familias y de recuerdo a todos los afectados" por un siniestro que se vivió con toda su crudeza y descarriló el ánimo de un país.

Esta tierra gallega, ha resaltado Felipe VI, concentró en aquellos días el "dolor de toda España" y dio una extraordinaria muestra de solidaridad, de civismo, de nobleza, algo que "nos llenó de orgullo a todos los españoles".

El Rey, acompañado por la Reina Letizia, ha dado por ello las gracias "de todo corazón" y ha manifestado que un año después de aquella negra jornada otro trágico episodio segó la vida de 116 personas, "entre ellas seis compatriotas nuestros" que perdieron la vida en el siniestro del vuelo de la compañía Swiftair, operado por Air Algérie, que iba de Uagadugú a Argel.

El Monarca, en un discurso que ha culminado en gallego, se ha referido también a la crisis económica que ha golpeado "severamente a muchísimos españoles que han sufrido o están viviendo situaciones difíciles a causa del paro" y la falta de oportunidades laborales.

"Revertir esta situación ha sido, está siendo y será la prioridad del Estado y de toda la sociedad española", ha enfatizado.

Felipe VI ha querido insistir en este mensaje, que ya había trasladado en su discurso de proclamación como Rey de España, y ha querido recoger unas palabras del Papa Francisco, aquellas en las que dice que "el trabajo es un deber que la sociedad tiene que ofrecer para que todo hombre y toda mujer puedan crecer en dignidad".

Por eso, ha subrayado, son siempre necesarios todos los esfuerzos posibles para ayudar a las personas más vulnerables, para superar las desigualdades y, así, alcanzar la mayor cohesión social entre los españoles.

El Monarca ha destacado la emoción que para él supone mantener viva una costumbre de la Monarquía, la ofrenda nacional instaurada por Felipe IV, expresión de una relación estrecha y singular entre la Corona y la ciudad de Santiago.

Al igual que había expresado su padre, el Rey Juan Carlos I, en diferentes ocasiones durante su reinado, el Rey de España ha reafirmado la voluntad de que la Corona esté "presente" en la meta de la peregrinación jacobea para reconocer que este legado histórico, cultural y espiritual posee hoy y siempre "un enorme y singular valor".

No en vano, ha querido mencionar los méritos y cualidades de esta "vía histórica y milenaria", el Camino, que en 2004 recibió el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia, un símbolo de fraternidad entre pueblos y personas del mundo entero, "el primer proyecto común" de Europa.

"Con ella, con Europa, España está y seguirá estando siempre firmemente comprometida", ha asegurado, y ha puntualizado que en la "configuración de nuestra nación", la española, toda la variedad y riqueza de los pueblos ha contribuido a definir "nuestra identidad".

Y al igual que los peregrinos tienen fijada su mirada en ese más allá que les va señalando todas las etapas de la ruta, los españoles ponemos la vista en el futuro, "porque todos, sin excepción, deseamos ir dejando atrás los tiempos de dificultad, porque queremos seguir avanzando en la senda del bienestar compartido, de las ilusiones que crean esperanza, de los proyectos que movilizan energías conjuntas".

El futuro, ha remarcado, pertenece siempre "a los audaces", a los que sabiendo reconocer las dificultades no las consideran bajo ningún concepto un impedimento y sí una oportunidad.

Tanto es así que España supo dar muestra de "genialidad y de imaginación" para ir venciendo los obstáculos y las contrariedades.

"La Reina y yo queremos que estas palabras, cargadas de plena confianza en el pueblo español" y en su capacidad de adaptarse a los retos "llenen el corazón de nuestras gentes y hagan resonar siempre en todos nosotros la esperanza".

"Así lo ofrecemos. Así lo pedimos", ha concluido.