Un día antes de la convocatoria que según las fuerzas independentistas servirá para alcanzar la separación de España, Pedro Sánchez ha ejercido de árbitro en la crisis territorial. El secretario general del PSOE considera que solo su partido, por su “centralidad”, será capaz de propiciar un entendimiento entre Cataluña y el resto del Estado, entre las fuerzas separatistas y el PP, a través de una reforma de la Constitución. “La única victoria en Cataluña es el acuerdo y ahí es donde nos vamos a encontrar. La política de bloques solo sirve para bloquear”, ha dicho Sánchez en Bilbao durante el congreso de los socialistas vascos, una cita que ha servido para que el líder de la oposición lanzara su último mensaje ante el referéndum unilateral.

También ha participado en ella el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, cuya interlocución con Sánchez es excelente. En las últimas semanas, a diferencia de momentos anteriores, no ha habido contradicciones en los discursos del PSOE y el PSC. Iceta ha hecho un discurso breve, en el que ha vuelto a reclamar a los catalanes que no participen en la convocatoria de este domingo, y se ha marchado a Barcelona. “Pedimos a los ciudadanos que no voten el 1-O. No solo porque sea ilegal. También porque pretende resolver un empate por la mínima”, ha explicado.

El secretario general del PSOE ha aclarado que no es “equidistante”, que defiende al Estado en este choque, pero también se ha detenido en los errores del independentismo y del PP. “Mañana es un día singular en la historia política de nuestro país. Mañana podemos perder más todos de lo que alguno cree que pueda ganar por sí mismo. Por eso aquí, desde Euskadi, hacemos un llamamiento a la calma, al sosiego, para que gane la convivencia. Y el 2 de octubre será la jornada de reflexión. Seis años de desencuentros, de inacción, de rupturismo, tienen que servir para aprender de los errores que se han cometido. Se han cometido muchos a lo largo de estos últimos años y estas últimas semanas”, ha comenzado diciendo.

CONTRA LA "DEMOCRACIA A LA CARTA"

Sánchez ha defendido al Gobierno en las últimas semanas, sin caer en los ataques sobre el fondo de sus decisiones, aunque no compartiera algunas de ellas, como la iniciativa de la Fiscalía de investigar a los más de 700 alcaldes independentistas. El líder socialista sí ha lanzado algún reproche sobre las formas ejercidas en esta crisis, pero siempre dejando claro que los grandes responsables son los partidos separatistas. También lo ha hecho este sábado. “El primero y principal error es que no ha habido un avance del independentismo; ha habido un retroceso de la democracia. Lo que ha habido ha sido un atropello de la institucionalidad catalana, del Estatut y la Constitución. Aquellos que defienden una república independiente de Cataluña acaban violentado el principal instrumento del republicano, la ley. El 1-O no es democrático y fractura la sociedad catalana. No podemos participar. No existe una democracia unilateral, a la carta. Ninguna idea está por encima de la democracia. Pedimos al independentismo que abandone la ilegalidad y empecemos a hablar”, ha señalado.

Justo después se ha detenido en la responsabilidad del PP en este desencuentro. “El segundo error lo ha cometido el Gobierno de España. En esto no somos equidistantes. Nosotros no vamos a hacer lo que nos hicieron a propósito de la aprobación del Estatut y el recurso ante el Tribunal Constitucional. Pero sí que hay que decir que si la política fuese solo la aplicación de la ley, en España gobernarían los jueces. El 2 de octubre tiene que servir de apelación al sentido común. Pero el PP entiende el sentido común de forma contraria. Seis años de brazos cruzados mientras crece el independentismo no es sentido común. La única victoria es el acuerdo y ahí es donde nos vamos a encontrar. La política de bloques solo sirve para bloquear. Es momento de ser generosos, de anteponer la convivencia a los intereses. Nosotros apoyamos al Estado a pesar de este Gobierno”, ha concluido el líder del PSOE, que considera, en este sentido, que a partir del lunes su espacio de actuación será mucho más amplio. A su juicio, una “solución política” como la que propone el PSOE, que pide reconocer a Cataluña como nación y blindar las competencias, es la única forma de salir de esta crisis.