Pedro Sánchez cree que España está “paralizada”. Entre el PP, “anegado por los casos de corrupción”, y Ciudadanos, “que no le apoya para que gobierne”, el Ejecutivo central, ha dicho el líder socialista, “no da señales de vida”. El principal ejemplo son los Presupuestos Generales del Estado, que el Gobierno, incapaz de sacar adelante una mayoría en el Congreso, sopesa prorrogar dos años. Una prueba más del “desastre” que supone Mariano Rajoy, ha dicho el secretaria general del PSOE durante el comité federal del partido, celebrado este sábado en Aranjuez, donde se aprobará el nuevo reglamento interno.

Al mismo tiempo, esta "parálisis" del Gobierno contrasta, a ojos del secretario general, con su actitud en Catalunya, donde ha aprovechado la suspensión de la autonomía para estudiar que el castellano sea vehicular en las escuelas. "Lo que es raro es que el PP gobierne más en Catalunya que en el resto de España", ha dicho tras la reunión un importante colaborador de Sánchez. El propio líder socialista se ha posicionado en contra de esta iniciativa de Rajoy durante la parte del encuentro que ha transcurrido a puerta cerrada. "El artículo 155 es para recuperar el autogobierno, no para otra cosa", ha explicado Sánchez, según fuentes presentes en el comité federal.

"Agotado y anegado por la corrupción"

“Los que deberían gobernar no gobiernan, y aquellos que deberían apoyarles para que gobiernen, no les apoyan. España está paralizada. Este Gobierno es un desastre, está agotado, sin ideas y anegado por la corrupción. Está en guerra fría con su socio. Les separa el reparto de escaños, no la cuestión ideológica. El Gobierno no da señales de vida. Ahora dicen que están dispuestos a llegar hasta 2020 con los actuales Presupuestos. Aprobar los Presupuestos es la primera y principal obligación de un gobierno. Sin Presupuestos no hay nada que gobernar. Un Gobierno sin Presupuestos es tan útil como un coche sin gasolina. Vivir de la prórroga es prorrogar los problemas de la gente, es prorrogar los recortes, es no rendir cuentas en el Parlamento”, ha dicho Sánchez durante su discurso inaugural.

“Cuando no se hace nada, las cosas se pudren”, ha continuado el líder del PSOE, citando la crisis territorial, el déficit de la Seguridad Social, la desigualdad y la precariedad laboral como ejemplos de este proceso de putrefacción. “Frente a este gobierno que no hace nada, nosotros decimos que hay mucho que hacer, hay que hacer país. Hagamos país y hagámoslo ya. Hagámoslo ahora. Un proyecto para la modernización de España, progresista, solvente y responsable, que dé confianza y seguridad a la ciudadanía, nos vote o no nos vote”, ha concluido Sánchez.

El nuevo reglamento interno

El comité federal de este sábado se anticipa plácido. La inmensa mayoría de los miembros de este organismo, que en su anterior composición forzó la caída de Sánchez, se alinea con el secretario general. La cita servirá para aprobar la nueva normativa interna del partido, que otorga más poder a la dirección y a la militancia frente a los territorios, introduciendo la obligatoriedad de consultar a las bases los pactos de gobierno y las investiduras ajenas. “Este no es un debate interno. Si entendemos que los partidos políticos son instrumentos al servicio de la sociedad, este debate entra de lleno en el tipo de democracia que queremos. Defendemos una democracia transparente y con rendición de cuentas. Un PSOE cercano a sus militantes es un PSOE cercano a sus votantes”, ha argumentado Sánchez.

Son varios los líderes territoriales que no comparten por completo este enfoque, al considerar que se corre el riesgo de caer en una mezcla de asamblearismo y cesarismo, pero ninguno de ellos ha acudido al comité federal con ganas de batalla. De hecho, varios de ellos ni siquiera han estado presentes en la cita. Tanto la andaluza Susana Díaz como el valenciano Ximo Puig y la balear Francina Armengol han excusado su presencia, alegando obligaciones institucionales.

Los barones críticos saben que tienen perdida la pugna interna, y tampoco quieren jugar al desgaste a menos de año y medio de las elecciones autonómicas y municipales. Frente a las encuestas, que sitúan al PSOE en la segunda o incluso la tercera posición, Sánchez se ha mostrado convencido que el partido será “la primera fuerza política” en el 2019.