España quiere colaborar en la respuesta humanitaria al éxodo de venezolanos que están huyendo a los países vecinos de la región. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ofrecerá esta disposición al presidente colombiano, Iván Duque, en la reunión que ambos mantendrán este jueves en el marco de la gira iberoamericana del jefe del Gobierno español.

Colombia es el país que ha recibido un número mayor de venezolanos. De los 2,3 millones de personas que han abandonado Venezuela como consecuencia de la crisis política y económica que atraviesa el país, en torno a 1,2 millones se han desplazado a Colombia. Este éxodo, según la ONU, empieza a ser comparable a la crisis de refugiados en el Mediterráneo.

Emergencia humanitaria

Los países de la región se están concertando para buscar una respuesta a la crisis y España quiere participar del plan que se acuerde para atender esta emergencia humanitaria, ya sea a través de una cooperación técnica o con fondos, explican fuentes diplomáticas.

Venezuela será uno de los asuntos que Sánchez trate con Duque. El Gobierno español cree que la solución sólo podrá venir del diálogo, aunque ve todavía lejana la posibilidad de que, en un futuro cercano, se retomasen conversaciones entre el régimen de Nicolás Maduro y la oposición, cada vez más dividida.

Con presos políticos no hay democracia

A pesar de los malos pronósticos, el Ejecutivo de Sánchez cree que España nunca puede renunciar a alentar ese diálogo. Y por eso se dispone a promover en la UE debates con una visión más constructiva sobre cómo se podría ayudar a Venezuela y que vayan más allá de las sanciones contra funcionarios del régimen a los que se les prohíbe entrar en la UE y a quienes se congelan los bienes que pudieran tener en territorio comunitario, adelantan las fuentes diplomáticas.

Si bien Sánchez reconoce que Venezuela "no es una democracia por que hay presos políticos", su Gobierno no es partidario de poner en marcha medidas tan drásticas como denunciar al Ejecutivo de Maduro ante el Tribunal Penal Internacional (TPI), como proponen, entre otros países, Perú. Si la Corte decidiera proceder contra Maduro lo que conseguiría sería atrincherarle y que se negase a abandonar el país, dificultando así una solución pactada.