Trinidad Jiménez, nombrada hoy por el presidente del Gobierno nueva ministra de Sanidad y Políticas Sociales, ve premiada con este cargo una trayectoria política que ha corrido paralela a la de José Luis Rodríguez Zapatero. Jiménez formó parte del núcleo fundador de Nueva Vía, el grupo de jóvenes dirigentes socialistas que en el año 2.000, tras la dimisión de Joaquín Almunia, apostó por la candidatura de Zapatero a la Secretaría General del PSOE.

En casa de Trinidad Jiménez se celebró una de las primeras reuniones del grupo en el que se fraguó la apuesta por competir por la dirección socialista, frente al entonces todopoderoso presidente de Castilla-La Mancha, José Bono, quien acabó perdiendo el Congreso Federal por unos pocos votos.

Trinidad Jiménez, que en aquel periodo fue presentada como una nueva imagen del PSOE que acababa de renovarse, fue nombrada candidata a la Alcaldía de Madrid en las elecciones municipales de 2003. Consiguió mejorar el número de votos del PSOE en la capital de España, pero fue derrotada por Alberto Ruiz Gallardón, quien consiguió mayoría absoluta.

Permaneció en el Ayuntamiento de Madrid hasta septiembre de 2006, cuando fue reclamada por Zapatero para incorporarse a su equipo como Secretaria de Estado para Iberoamérica, una nueva área que se desgajó de la Secretaría de Estado de Asuntos Exteriores para adquirir un mayor nivel competencial. Jiménez compartió responsabilidades en el Departamento que dirige Miguel Angel Moratinos con el entonces secretario de Estado de Asuntos Exteriores y actual secretario general de la Presidencia, el diplomático Bernardino León.

Tras la victoria del PSOE en las elecciones legislativas de 2008, el Ejecutivo mantuvo a Jiménez al frente de la Secretaría de Estado para Iberoamérica hasta su nombramiento de hoy. Antes de ser la primera titular de la Secretaría de Estado para Iberoamérica, Jiménez fue secretaria de Relaciones Internacionales de la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE.

Nacida el 4 de junio de 1962 en Málaga, la nueva ministra de Sanidad es licenciada en Derecho y experta en relaciones internacionales. Ingresó en 1984 en el PSOE, en cuya Comisión Ejecutiva Federal fue responsable de América Latina en la Secretaría de Relaciones Internacionales.

Con experiencia en puestos políticos internacionales como el de asesora de la Comisión Progreso Global de la Internacional Socialista, presidenta del Comité de Relaciones Internacionales del Consejo de la Juventud de España y vicepresidenta del Partido de los Socialistas Europeos, en el año 2000 fue elegida secretaria de Política Internacional de la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE.

LAS CRITICAS A CHACON, "CARGADAS DE MACHISMO"

El pasado 23 de marzo, la todavía secretaria de Estado para Iberoamérica salía en defensa de la titular de Defensa, Carme Chacón, por la polémica sobre la retirada de las tropas de Kosovo, asegurando que la decisión fue "impecable" y lamentando que las críticas a esa decisión estuvieran "cargadas de machismo".

Asimismo, el pasado 9 de enero, durante un desayuno informativo celebrado en la Casa de América con su homólogo estadounidense, Thomas Shannon, la secretaria de Estado para Iberoamérica recomendó al entonces presidente electo, Barack H. Obama, un "cambio de actitud" hacia Cuba si quiere que su Administración influya en un "proceso de cambio" en la isla.

La representante del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación consideró que Cuba es el asunto "más complejo" dentro de las relaciones de Washington con América Latina y subrayó la importancia de que la nueva Administración norteamericana adopte "un cambio de actitud más que de políticas concretas en este momento".

Aseguró no percibir que Estados Unidos vaya a emprender cambios de políticas concretas hacia Cuba "en lo inmediato" y remarcó que Washington debería iniciar una actitud hacia las autoridades cubanas "de mayor respeto, de no imponer ninguna posición y de no presionar públicamente", en resumen, un comportamiento "más respetuoso en las formas", lo que vale para Cuba "y el resto de América Latina".

Ahora Trinidad Jiménez se hace cargo de la cartera de Sanidad, en sustitución de Bernat Soria. A los asuntos sanitarios, la cartera de Trinidad Jiménez suma las competencias de Política Social, que hasta ahora estaban en el ministerio de Educación.