Iñaki Urdangarin podría elegir cumplir sus cinco años y diez meses de condena en una prisión catalana. Es una de las tres posibilidades que, oficiosamente, creen más probables en la secretaría general de Instituciones Penitenciarias, dependiente de Interior. Las otras dos son la prisión de Mahón (Menorca) y la de Zaballa (Álava)

La razón para apostar por Cataluña es su arraigo en Barcelona, factor que podría argumentar ante la Audiencia Provincial de Mallorca, pues fue su lugar de residencia declarado antes de irse a Ginebra.

Estar preso en Cataluña, explican fuentes penitenciarias, facilitaría a Urdangarin acceder al tercer grado, pues el ahora penado tiene amistades que podrían ofrecerle trabajo. Contar con oferta laboral es decisivo para las comisiones evaluadoras de los internos, que elevan sus informes al juez de vigilancia penitenciaria.

En Instituciones Penitenciarias manejan también la opción de la pequeña y segura prisión de Menorca, porque el exduque consorte de Palma tiene también amistades en la isla que podrían ayudarle. Las mismas fuentes creen menos posible la prisión de Zaballa porque, aunque el penado tendría cerca a la familia, es lugar de reclusión de un grupo de etarras.

Por razones de arraigo, para Urdangarín se descartaba ayer la opción de la pequeña y tranquila cárcel de Segovia, en la que sí ingresó el exministro Jaume Matas, un centro recomendado por abogados de postín de Madrid a sus clientes.

De ingresar en una prisión catalana, el Equipo Técnico Evaluador que supervisaría a Urdangarin dependería de la Generalitat.

La Ley de Enjuiciamiento Criminal no establece el plazo de ingreso en prisión de un condenado. Los tribunales suelen dar diez días. «Es el uso -explica un veterano magistrado-, aunque a veces ese plazo se acorta si el tribunal aprecia riesgo de fuga, o se alarga por razones humanitarias».

El condenado elige cárcel si se presenta en el tribunal a recoger el requerimiento de ingreso en prisión. Cuando va, se le pregunta qué cárcel prefiere y las razones.

Recogido el requerimiento, Urdangarin tiene la posibilidad de presentar una solicitud de demora si la puede motivar en la presentación de un recurso de amparo ante el Constitucional o la petición de un indulto. En el primer caso, la suspensión del ingreso es «muy poco probable», según fuentes judiciales.

Urdangarin podría pronto salir de prisión 12 horas al día. El artículo 100 del Reglamento Penitenciario establece que podrá alcanzar el tercer grado o «régimen abierto» con el visto bueno del equipo evaluador de la prisión y el juez de Vigilancia Penitenciaria, y según lo que los funcionarios de prisiones llaman PIT (Programa Individualizado de Tratamiento).

Para estar lo antes posible en tercer grado, Urdangarin precisa arrancar meses de rebaja en la condena en un previsible recurso ante el Constitucional, pues es más rápido el acceso para los condenados a penas inferiores a cinco años.