EL PNV no se siente ya forzado a entenderse con Eusko Alkartasuna (EA) y Ezker Batua (EB) para el gobierno de las instituciones forales. El portavoz peneuvista, Iñigo Urkullu, confirmó ayer que su partido se considera libre para decidir la política de alianzas tras el comportamiento desleal de sus socios. Sin embargo, Urkullu recalcó que el tripartito de Juan José Ibarretxe "está a salvo", porque cuenta con un programa y un "proyecto político".