El juez Luciano Varela expulsó ayer del caso Garzón a Falange Española de las JONS por no haber presentado un nuevo escrito de acusación después de que el primero fuera rechazado por defectos formales. Sin embargo, mantuvo en el proceso al sindicato vinculado a la ultraderecha Manos Limpias. Estos tejemanejes jurídicos dieron pie al magistrado de la Audiencia Nacional para pedir al Tribunal Supremo (TS) la nulidad del proceso.

En su escrito, el abogado de Baltasar Garzón, Gonzalo Martínez Fresneda, acusa a Varela de haber actuado como "asesor" de Falange y Manos Limpias con el fin de que le presentaran "unos escritos más eficaces" para poder sentar en el banquillo a su cliente por haber investigado los crímenes de la guerra civil y la dictadura. La fiscalía ha pedido el archivo de la causa.

Este galimatías judicial comenzó el pasado martes, cuando los representantes de Manos Limpias y Falange Española presentaron sus respectivos escritos de acusación en los que piden 20 años de inhabilitación para Baltasar Garzón. Los textos no gustaron a Varela porque en vez de describir conductas delictivas exponían circunstancias personales de su colega y plagiaban resoluciones del magistrado del TS. Por ello les dio un plazo de un día para que rehicieran los dictámenes. A Falange le obligó a presentar un nuevo texto y a Manos Limpias le permitió presentar el mismo si quitaba 50 de las 74 páginas del original y se limitaba a definir la prevaricación con la "mera afirmación de que el acusado actuaba a sabiendas".

CONFUSIÓN EN LOS PLAZOS Manos Limpias cumplió diligentemente la orden de Varela y presentó el jueves un nuevo texto que ahora ha logrado el visto bueno. Falange Española quiso aprovechar el plazo hasta el último minuto, pero llegó tarde. Este partido pensaba que tenía tiempo hasta las tres de la tarde, pero Varela cerró la ventanilla ayer por la mañana. Por ello, Falange anunció que el lunes recurrirá la decisión, sobre todo porque Varela le ha advertido de que estudia pedirle responsabilidades tras expulsarla del proceso.

"PERJUICIO IRREPARABLE" Este embrollo judicial permitió ayer a Garzón pedir la nulidad del proceso a la sala penal del alto tribunal. Su abogado critica la actuación de Varela, al que acusa de haber actuado "como una asesoría o consejo jurídico" por la labor de "expurgación" que ha llevado a cabo con los escritos de Falange y de Manos Limpias. También le reprende por haber asumido "funciones de parte, al prestar su colaboración respecto a la redacción que ha de dársele a unos escritos de acusación, presentados de forma tan defectuosa que han de ser sustituidos por no valer para su pretendido fin".

Asimismo, le recrimina que haya otorgado "una oportunidad más" a las acusaciones para que le presentaran "unos escritos medianamente presentables" en detrimento de su cliente, al que ha causado "un perjuicio irreparable". Y sostiene que la intervención del juez del Supremo en los escritos de las acusaciones es "parcial" porque "vulnera de forma clara y decisiva la imprescindible neutralidad e imparcialidad que debe presidir la labor de un instructor". "Dar oportunidades atípicas y extraprocesales --añade la defensa-- a una de las partes" es "insólito".

Por ello, pide a Varela que anule la decisión de "dar segundas oportunidades o prórrogas a las acusaciones", que declare que los dictámenes de Manos Limpias y Falange Española son inadmisibles y que deniegue "la apertura de juicio oral, por no haber acusación válida".

Por otra parte, la Sala del Artículo 61 del Tribunal Supremo rechazó ayer todas las recusaciones presentadas por las asociaciones para la recuperación de la memoria histórica y por Carmen Negrín, nieta del último jefe de Gobierno de la República contra la mayoría de los magistrados de la sala penal.