El Gobierno vasco lamentó ayer la muerte del preso de ETA Igor Angulo, que se suicidó en la cárcel de Cuenca, y confesó sentirse en "la obligación" de denunciar la actual política penitenciaria porque "incumple los derechos más básicos" de los reclusos. No obstante, la portavoz del Ejecutivo, Miren Azkarate (PNV), precisó que el Gabinete de Juan José Ibarretxe "no responsabiliza" del fallecimiento del etarra a la actual política del PSOE.

"Nadie podrá decir que la muerte de un preso en su celda pueda considerarse como un éxito de la política penitenciaria", aseguró Azkarate después de la reunión semanal del consejo de Gobierno. El pronunciamiento se acompañó de una nueva petición para que se ponga fin a la dispersión de presos.

La familia de Angulo puso ayer en duda la versión oficial sobre el suicidio. Por su parte el portavoz de la ilegalizada Batasuna, Pernando Barrena, acusó al PSOE de utilizar a los presos de la banda terrorista como "rehenes" y "moneda de cambio" ante la eventual apertura de un proceso de paz. Durante una comparecencia, calificó de "asesina" la política penitenciaria del Gobierno, informa Aitor Ubarretxena.

Por otra parte, Azkarate censuró la actitud de Andrés Portero, presidente de la asociación de víctimas Dignidad y Justicia, que el lunes se dispuso a brindar con sidra en la calle por la muerte de Angulo. "No es de recibo", dijo la portavoz, que se celebre la muerte de otra persona. Señaló que ello refleja el trecho "pendiente" para una sociedad "en paz y normalizada". El Gobierno vasco condenó el atentado de ETA en Munguía (Vizcaya) y dijo que incrementa "la confusión y la desconfianza". El portavoz del PNV, Iñigo Urkullu, apuntó que ETA juega a la "ruleta rusa" con los vascos.