Ada Colau hizo el domingo por la tarde como Roger Torrent y evitó participar en el recibimiento al Rey previo a la cena de bienvenida al Mobile World Congress (MBC) de Barcelona. Sin embargo, mientras el presidente del Parlamento catalán no habló en toda la noche con Felipe VI, la alcaldesa de la capital catalana sí se dirigió a él en un momento del acto. Entonces le justificó su ausencia en la recepción en el descontento de parte de la población con el discurso del Monarca dos días después del 1-O. Según testigos de la conversación, ella le reclamó que ejerciera un papel de mediación, a lo que este respondió: «Yo no puedo mediar entre quienes cumplen la ley y quienes no lo hacen. Yo estoy aquí para defender la Constitución y el Estatut».

Aunque Colau no explicó todo el contenido de la charla, sí admitió ayer la conversación con el Rey, de la que prefirió destacar lo siguiente: «Le dije que [su ausencia en el recibimiento] no era una cuestión personal, pero que la situación es anómala con mucha gente dolida por su discurso», en el que el Rey obvió las cargas policiales del 1 de octubre. Entonces, según la alcaldesa, Felipe VI le respondió que su papel es «defender la Constitución» y ella le contestó que esa defensa se podía haber hecho de una manera distinta sin herir sensibilidades y buscando el máximo consenso. «La Constitución se puede defender de muchas maneras diferentes»; esperaba «más empatía» y que fuera «más conciliador» en su discurso tras el 1-O, agregó la regidora, quien al contrario de Torrent sí que aplaudió las palabras que pronunció el Rey el domingo, en las que reclamó colaboración entre administraciones.

Colau, quien admitió que el ambiente fue «relativamente» tenso aunque subrayó que el Monarca fue «muy educado», argumentó su presencia en la cena de inauguración del MWC por responsabilidad institucional. Ayer, la alcaldesa asistió a la apertura del salón con el resto de autoridades, pero se mantuvo en segundo plano, a unos metros del Rey.

La actitud de la regidora obtuvo un nítido respaldo desde sus filas. El líder de Catalunya en Comú Podem, Xavier Domènech, recuperó la reclamación de un referéndum sobre la monarquía, mientras que el secretario de organización de Podemos, Pablo Echenique, fue mucho más contundente si cabe en su valoración: «[Colau] es alcaldesa y no sierva. Tenemos todo el respeto institucional hacia la jefatura del Estado, pero eso de rendir pleitesía a un Rey no va con nosotros».

El portavoz de ERC, Sergi Sabrià, insistió en que el plantón al Rey y las protestas de rechazo en la calle fueron consecuencia directa de su discurso del 3 de octubre, porque «provocó un cambio muy importante» en la percepción que los catalanes tienen de la monarquía. Mientras, el PDECat y la CUP reclamaron explicaciones a Colau por «los golpes de porra» de la Guardia Urbana a personas que protestaban el domingo por la presencia de Felipe VI en Barcelona.

En el flanco opuesto, el presidente del Gobierno central, Mariano Rajoy, reprochó a Colau y Torrent que imcumplan sus «obligaciones» para «hacerse notar», aunque calificó lo ocurrido de «tema menor» porque «lo importante es que el Mobile se celebre en una ciudad española como es Barcelona». El ministro de Energía, Turismo y Agenda Digital, Álvaro Nadal, criticó el gesto de la alcaldesa y del presidente del Parlament», y más en «la situación tan delicada» en que se encuentra la presencia del congreso por el «riesgo» de que deje de celebrarse en la capital catalana, un peligro que Colau descartó por completo para el año que viene, recordando además que hay contrato hasta el 2023.