La maravillosa historia de éxitos que se inició en el 2008 con el penalti de Cesc en los cuartos de final ante Italia se cerró ayer definitivamente contra el mismo rival (2-0). En otro duelo intenso como aquel de Viena, la selección azzurra acabó con su racha de desastres ante la Roja. No ganaba la tetracampeona del mundo a España en partido oficial desde 1994, con nariz rota de Luis Enrique incluida. Gerard Piqué tuvo la última ocasión para prolongar la ilusión de un ciclo liquidado, pero el eterno Buffon siguió agrandando su leyenda antes de que Pelle sellara definitivamente la vendetta en un contragolpe.

Mereció ganar Italia, mucho más ordenada, motivada y fresca que España, sobre todo en la primera mitad, en la que el baño táctico de Antonio Conte a Vicente del Bosque fue considerable. Llegó al banquillo de la azzurra después de la hecatombe del Mundial de Brasil y lo dejará tras la Eurocopa. De momento, envió a la calle a la campeona de Europa. El sábado le espera la reina del Mundo. Otro reto más para un conjunto admirable.

No ganó Italia solo desde la defensa, ni mucho menos. La azzurra gobernó el partido desde el primer minuto, con una marcha más que España en todo momento. Empezó el choque y cayó el diluvio en Saint Denis, preludio de lo que se le avecinaba a España, tan feliz después de la goleada a Turquía como abatida tras el batacazo de ayer. Italia se impuso desde el himno. Saltó al campo como merece un duelo de este calado y Pelle pudo marcar ya en un cabezazo desviado por De Gea (m. 8). El meta tendría una tarde ocupada. España se tambaleaba. No tenía el balón y sufría por todos los rincones. Con Sergio Ramos desquiciado, sin profundidad en las bandas, Busquets perdido en el centro y una inoperancia total arriba, España se desangraba. No tenía respuesta y fue castigada.

Después de varias aproximaciones y un despeje de Ramos que no se coló en propia meta de milagro, llegó el tanto de Italia en otra jugada lamentable. El central cometió una falta de benjamín, De Gea despejó mal el tiro de Eder, solo Piqué fue al rechace y Chiellini, viejo zorro, marcó a placer. Italia mandaba ante una España empequeñecida y ridícula.

España empezó a dar señales de vida tras el descanso. Con Aduriz por Nolito había mejores sensaciones, pero Eder tuvo el segundo en un contragolpe desbaratado por De Gea (m. 55). Seguía siendo más vertical la selección transalpina, perfectamente colocada. Lucas fue el siguiente recurso. Entró por Morata (m. 70) y España vivió sus mejores minutos con una volea de Iniesta y un zurdazo de Piqué repelidos por Buffon.

Con un cuarto de hora por delante y la lesión de Aduriz, Del Bosque tiró de Pedro como última vía. De Gea volvió a aparecer para mantener el suspense y Piqué tuvo en sus botas un empate milagroso (m. 90). Italia culminó su obra con un contragolpe que cerraba un ciclo de oro.