Estudiado todo al más mínimo detalle, incluida la deficiente posición corporal de David de Gea en el venenoso gol de Perisic que le envió a la autopista de la muerte en la Eurocopa, España busca reconstruirse. Necesita volver a ser esa selección sólida a la que costaba asomarse al área de Casillas, capaz de acabar torneos como el Mundial 2010 recibiendo solo dos goles, los mismos que, curiosamente, lleva ahora con apenas tres partidos en Francia. Insiste Vicente del Bosque en huir del dramatismo, acostumbrada como está demasiado España a vivir en los extremos, pero consciente de que debe recuperar los equilibrios defensivos si no quiere extraviarse el lunes ante Italia.

Era una roca la selección hasta que apareció Perisic, decisivo en el empate croata con un par de fintas para quebrar a Juanfran, además de dibujar un pícaro centro que evidenció la falta de diálogo entre Sergio Ramos y De Gea. Mucho más cruel resultó el 2-1 que coloca a España en Saint Dennis el próximo lunes. Ese gol es un catálogo de errores defensivos que culminan en el pie que no saca rápidamente el portero del Manchester United para desviar el disparo de Perisic.

No es solo la derrota lo que preocupa a Vicente del Bosque sino descubrir que en 90 minutos recibió tantos disparos (13) como en los dos primeros partidos ante la República Checa y Turquía (14). O que los croatas, el primer enemigo de entidad ("es una de las mejores selecciones del torneo", advirtió Del Bosque antes del partido), asediaran a España, revelando unas carencias que se creían definitivamente superadas.

En momentos estratégicos de tan decisivo partido, la selección demostró una falta de oficio, denunciada incluso por el propio técnico, que le costó una derrota carísima. La defensa no se discute en ningún momento. Al menos, los titulares: De Gea-Juanfran-Piqué-Ramos-Jordi Alba. Ese par de crueles y tremendos desajustes no altera los planes de Bosque. Ni que el empate llegara en el último suspiro de la primera parte cuando Croacia había dejado de intimidar ni tampoco el 2-1 cuando España tenía que defenderse con la pelota a tan solo tres minutos del final. Ni una cosa ni otra hizo bien la selección, a pesar de que los jugadores estaban más que advertidos sobre este asunto.

"Claro que le hemos dado vueltas al segundo gol de Croacia. Hubo un exceso de confianza, lo vamos a corregir", confesó Juanfran. Todos estaban donde no tenían que estar. "Mentiría si dijera que no le hemos dado vueltas. Pero es un error a nivel de grupo", añadió el lateral derecho del Atlético, por cuyo carril se coló Perisic como Pedro por su casa. El encanto ofensivo de España se sostenía siempre por su fortaleza atrás. Hay equipos que disfrutan cuando no tienen el balón. Italia, el rival del lunes, sin ir más lejos. España, en cambio, necesita el balón para todo. Para atacar y, al mismo tiempo, lo necesita también para defenderse.