A seis meses de la apertura de la Expo 2008, el alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch, hizo ayer un balance positivo de la evolución del proyecto y aseguró que el plan de acompañamiento, el conjunto de obras e infraestructuras que heredará la ciudad tras la muestra, "ha pasado el cabo de Hornos" y sigue por abrumadora mayoría dentro de los plazos previstos. Entre parque y riberas, el evento dejará en la ciudad 500 hectáreas de nuevas zonas verdes.

El primer edil de la capital aseguró que la transformación de las riberas en el Ebro y en los ríos de la ciudad está finalizada en un 78% y confirmó que el conjunto de actuaciones emprendidas fuera del recinto de Ranillas se ha ejecutado ya al 60%. El nivel de obra realizado, adelantado por este diario el pasado domingo, supone el poder abordar "sin triunfalismos", pero "con mayor tranquilidad" el semestre restante de preparativos.

De entre todos los proyectos del plan de acompañamiento de la muestra, Belloch destacó los que se incluyen en el plan de riberas de los tres ríos de Zaragoza y los doce puentes y pasarelas que se estrenarán con motivo de la exposición internacional. Desde el espectacular y complejo paso diseñado por la iraní Zaha Hadid a la pasarela peatonal de La Cartuja, detalló todas las actuaciones previstas.

PUENTES Los puentes se inscribirán en una transformación global de las riberas que se hace especialmente visible en el Ebro. Según señaló Belloch, de los 14 tramos en los que se ha dividido la actuación tres están finalizados, siete concluirán en enero y el resto debe quedar a punto a principios de abril. El alcalde reconoció que en la zona urbana del río el Balcón de San Lázaro aún no tiene pronóstico en cuanto a plazos. Será, dijo, la excepción, porque la construcción o el descarte del túnel previsto dependerá de la aparición de nuevos restos arqueológicos.

En el debe del largo plan de obras apenas figuran en rojo -sin adjudicar-media docena de proyectos; algunos se aparcan definitivamente y otros están pendientes, como el tramo de ribera a la altura de San José, del que debe hacerse cargo la Confederación Hidrográfica del Ebro. El director de operaciones de la Expo, Jerónimo Blasco, restó importancia a la necesidad de aplazar algunos trabajos para rematarlos cuando termine la muestra. La vida en la ciudad, apuntó, no termina con los tres meses del la cita internacional.

La recuperación del Ebro va tomando forma y en opinión del alcalde Belloch hay un dato que avala este cambio: "La iniciativa privada ya se ha mojado en el Ebro, con una inversión de 46 millones de euros", apuntó. Todas la mejoras en las riberas del Ebro, del Gállego, del Huerva y del Canal Imperial aportarán la mayor parte de las 500 nuevas hectáreas de zona verde. Se completan con las 122 hectáreas del parque metropolitano del agua y con las 60 establecidas en el parque de Plaza. La línea de cercanías entre Casetas y Miraflores, la gran plaza de la estación de Delicias o el paseo del Agua en el barrio del AVE son algunas de las actuaciones que, como indicó Belloch, harán de Zaragoza una ciudad nueva tras la Expo.