Algeciras, 18 de junio de 1994. Padrino: Pedro Castillo. Testigo: El Niño de la Taurina. Ganadería: Benítez Cubero.

El renacido ‘Ciclón de Jerez’, instalado tras su gravísimo percance de Zaragoza en zonas menos tempestuosas del escalafón, alejado de las corridas duras en las que forjó su toreo en la primera etapa, se ha hecho fuerte en esa posición de privilegio en la que abundan los buenos carteles. Eso le permite sosegar su toreo sin renunciar al ímpetu que caracteriza su carácter. Su antigüedad en el escalafón le da hoy plaza en cartel de lujo.

Burgos, 29 de junio de 1997. Padrino: César Rincón. Testigo: Fernando Cepeda. Ganadería: Juan Pedro Domecq

Ha abandonado totalmente las carreteras secundarias para transitar este año, exclusivamente, por autopistas. No ha pisado ni un solo pueblo. Ha elegido solo cosos de importancia destacando su actuación en solitario en Lisboa; las dos orejas a un toro de Cuvillo en Sevilla u otras dos a un toro de Zalduendo en Valladolid. Puede que resulte escaso el conteo, pero sus partidarios siguen fieles la estela de su toreo.

Cehegín, 9 de junio de 2006. Padrino: Morante de la Puebla. Testigo: El Fandi. Ganadería: Benjumea.

Posiblemente el más en forma de todo el escalafón. Su toreo, lleno de fantasía, de improvisación y asentado sobre un valor, muchas veces escalofriante por temerario, está consolidando una figura de época. Su prodigiosa mano izquierda, lánguida y perezosa en su viaje, dibuja muletazos al ralentí cuando halla en las embestidas del toro apropiado el ritmo deseado. Entonces sueña el toreo.

Finca: El Grullo. Vejer de la Frontera (Cádiz).

Antigüedad:

Encaste: Juan Pedro Domecq, Carlos Núñez y Osborne.

Protagonista de las más destacadas tardes en las ferias de tronío, es hierro demandado por los toreros por la calidad de sus embestidas. Interminable sería la lista de ejemplares premiados con la vuelta al ruedo (y otros con el indulto) lo que da idea de la constancia y acierto del ganadero al fijar unos caracteres acordes con las demandas del toreo actual. Eso trae a menudo problemas en plazas de importancia a la hora de enlotar.