La Cigarrera no tendrá cigarro: la corrección política ha acabado con el vicio. Pero en la comparsa se sentirá bien acompañada, pues no se puede decir que el resto de sus compañeros sean un dechado de virtudes. Y con compañero fumador incluido: muchos son los niños que han recibido un latigazo después de gritarle al Tuerto eso de: "¡Napoleón, rey de las coliiiiiillas!".

El personaje representa a un médico de mal carácter llamado Melendo que algunos confunden con el hermano del emperador francés. Pero no es el cabezudo con peor humor. El Boticario tiene un gesto terrible y sus prácticas no recibirían en la actualidad el visto bueno del Colegio de Farmacéuticos de Aragón. "Boticario canario / garras de alambre / tiene una criada / y la mata de hambre".

El monigote preferido por los niños zaragozanos es el Morico. Es posible que muchos se identifiquen con su copla: "Al moro le gusta el vino / al moro le gusta el pan / al moro le gusta todo / menos ir a trabajar". Suena algo racista. Y poco acorde con el espíritu emprendedor de estos tiempos.

En una comparsa de cabezudos políticamente correcta tampoco deberían tener cabida profesiones como la de Pilara, cantante del Oasis y vestida como las vedetes de los años 20. Y lo de "un, dos, tres: puta es" que se le grita a la Forana debería adaptarse con algún eufemismo que no ofendiera a las meretrices.

Las redes sociales se sobresaltaron anteanoche con la noticia del cigarrillo y abundaron los comentarios a favor o en contra de la figura, fumadora o no. "No entiendo nada, que se prohíba fumar y sin embargo se sobrevolare a una cigarrera que la conoció solo la gente del centro", escribe una usuaria de Facebook en el muro oficial de las fiestas. "Me parece que es un mal ejemplo para los niños, que son mayoritariamente a quienes van destinados los cabezudos", escribe otro ciudadano descontento con el nombramiento. También muchos defienden su elección: "Son estos personajes, sencillos y entrañables, los que dan vida a las ciudades". En el caso de que las protestas populares se acrecienten la Cigarrera podría correr la triste suerte que ya han corrido algunos figurines como el Vigilante o Mansi, desaparecidos a comienzos del siglo XX por su poca aceptación social. La copla que le cantaban al encargado de guardar la calle Alfonso ahora no estaría bien vista: "¡Vigilante que lleva / la pipa por delante!".

La última incorporación a esta pandilla de haraganes y barraganas fue Azutero en el 2013. Vestido de baturro presume de "panzón" y de "cantar jotas" en lugar de dedicarse a su labor como cuidador del azud. Entonces no hubo polémica y se integró completamente con sus compadres.