Ahora resulta que los padres deberán firmar un permiso para acudir con sus hijos al pabellón de Interpeñas en las fiestas del Pilar. En él se comprometerán a que los menores no consuman alcohol y eximen de toda responsabilidad a la federación. La organización insiste en que, sin este documento y sin la presencia de un tutor, no entrarán. Está bien velar por la juventud, pero tanta protección raya la exageración. ¿O es que se hizo lo mismo en la fiestas de Huesca, en las de Teruel, o en las de cualquier otro pueblo? Ni hacer la vista gorda, como se hacía, ni esto. Hay términos medios.