Lita Claver, también conocida como La Maña ha visitado un año más Zaragoza para las Fiestas del Pilar donde acaba de presentar su nuevo espectáculo de variedades, titulado Historias de una Star. Desde el escenario, esta artista polifacética pretende recordar toda su carrera a través de un viaje, donde utilizará la música, el baile, el teatro, e incluso, la poesía. Las funciones tendrán lugar todas las tardes desde el 9 hasta el 18 de octubre, en el Auditorio del complejo World Trade Center.

--¿Qué van a ver los asistentes al Music Hall Historias de una Star?

-- Se trata de un espectáculo de mucha calidad que mezcla todos los tipos de arte que conozco, con un importante toque de dramatismo y teatralidad. Además, es algo novedoso porque intentaré retratar toda mi trayectoria y a mí misma. El público que asiste a mi espectáculo quiere ver al personaje de La Maña, a la artista gamberra, la que baja a los asientos, la que ríe, salta y baila- pero esta vez encontrarán una parte más seria y teatral del personaje que no dejará indiferente a nadie.

--Un año más, actúa en las Fiestas del Pilar, en su ciudad natal- ¿Qué diferencia esta actuación en Zaragoza del resto?

-- No puedo dejar de visitar la ciudad que considero mi casa. Aunque mis apariciones cada vez sean más escasas, las ganas de venir jamás han disminuido. Mis actuaciones en Zaragoza siempre han sido impresionantes. Recuerdo hace años estar preparando mi espectáculo en el Teatro Fleta y en la Sala Oasis, y ver a centenares de personas haciendo una fila que daba la vuelta a la manzana para comprar la entrada cuatro días antes de que comenzara. Ese es un ejemplo de lo que digo: siempre que he venido a Zaragoza me han apoyado, quizá sea porque cuando subo al escenario me dejo la vida.

--¿Cuál es el momento o la actuación que recuerda con mayor cariño?

-- La mejor época de mi vida la recuerdo sobre los escenarios y en forma de aplausos del público. Tenía que volver a salir después de la actuación, en bata, y decir a la gente que se fuera a casa, que yo tenía que dormir. Una de las anécdotas de las que me siento más orgullosa es de reinventar la tragicomedia para adecuarla al espectáculo de variedades. Cuando lo propuse me querían matar. Me subía al escenario y comenzaba con un número cómico, y de repente, me dirigía al público y reflexionaba sobre la vida, la sociedad, los problemas diarios, mis pensamientos más oscuros. Al público le gusta que le digan la verdad. Hasta día de hoy lo sigo haciendo.

--¿Qué aconsejaría a esos jóvenes artistas que buscan el éxito en el mundo del espectáculo?

-- Yo siempre he apostado por el trabajo duro, el sacrificio y la tenacidad. Aconsejo no tirar nunca la toalla, y que no se equivoquen con el estilo de teatro que quieren hacer. Y esto lo digo por las confusiones que hay en estos momentos sobre los espectáculos burlesque y el Music Hall, que poco tienen que ver. La diferencia entre ambos está en los límites, en lo que se insinúa y lo que no. La diferencia reside la autenticidad. Además, no hay que olvidar que el mayor problema de la cultura en estos momentos es la falta de apoyo e inversión. Los jóvenes deben luchar contra ello.

--Innumerables actuaciones y reconocimientos a sus espaldas- ¿de cuál se siente más orgullosa?

-- He recibido diversos premios y reconocimientos a lo largo de mi carrera, como el premio Arc de Music Hall y variedades, el Sebastián Gasch como Mejor Artista de Music Hall; y el último ha sido el de Artes Escénicas, otorgado por el Instituto de Cultura Gitana de Madrid. Pero si tengo que elegir alguno uno de ellos, mi memoria se traslada a las Fiestas del Pilar de 2007, cuando fui elegida pregonera. Pasar de bailar por las calles de Zaragoza con cinco años para poder comer, a dar el pregón en el balcón del Ayuntamiento arropada por miles de zaragozanos, fue algo impresionante e inolvidable. Lo recuerdo como una de las experiencias más importantes de mi vida.

--¿Cómo es realmente La Maña fuera de los escenarios, es decir, cómo es Emilia Jiménez?

-- Por un lado está La Maña , el personaje, que también fue Lita Claver en sus comienzos, y por otro está Emilia. Ambas son todo lo contrario. Como artista, me defino como una mujer romántica, temperamental y "curranta" del teatro. Creo que también soy muy osada, humilde y luchadora. Pero además, en la intimidad, Emilia es bastante seria, tímida, algo contenida, y me gusta pasar desapercibida. ¡Quién lo diría!