Si en el inicio de la ya lejana primavera, El Poeta Eléctrico se impregnó del espíritu redivivo de la mítica Estación del Silencio en una noche memorable en honor a Antonio, el pasado domingo, en este templo ginrockero del tercer milenio maño, el bajista de Niños del Brasil pisó escenario de nuevo con sus queridos Santi Rex, Nacho Serrano y la guitarra mágica de Ivanhoe para calentar cuerdas y teclas una semana antes del esperado concierto fin de fiestas de hoy a las siete de la tarde en la Plaza del Pilar, con Aragón Musical como anfitriones de un "casi imposible" cartelón junto a The Bronson y El Silencio de los Héroes .

Antonio Estación llegó de México a Pilares para presentar además junto a Nacho y Santi su último trabajo , el recopilatorio de grandes éxitos de Niños del Brasil En cualquier tiempo futuro, vermuteando en el Vinagre Rock antes del pregón y el concierto de Las Novias, y recibiendo el cariño de tantos fieles amigos que les arroparon en esta tournée zaragozana de despedida como grupo.

Sentir el aliento de la despedida no es fácil, y menos de esta banda que respira carisma e historia compartida con los mejores momentos de nuestra escena musical de más de tres décadas, de un estilo genuino que ha servido de inspiración a tantos, de ese cóctel único e irrepetible que elevó su inicial synthpop y techno new wave a la actual poética rock gracias a unas letras que hoy son himnos de legiones de seguidores, que desde ese Club del Amor y del Odio entroncaron cómo no con el olimpo Héroes y su guarida La Estación del Silencio, una tríada donde acariciar las curvas del placer tras perseguir una estrella fugaz en la party particular que abarrotó El Poeta de Antílope, a la sazón un paraíso Pink Flamingo que les abrazó junto a tantos que les aman desde siempre, como Pepa Alceste, sacerdotisa de la Estación, los hermanos Bescós-Kowalski, Pedro Novias, el cineasta José Angel Delgado, Alex Hyde, los tres Luises, Zarápolis, Cebrian...y Díez, Susan Q, Mario Cube y el productor José Enguita, Pablo Ferrer, Octavio Gómez Milian, Mónica y Gusy, Marian Estación, los depechemodistas de Zaragoza Katia, Toño y Conchita, y hasta Clara Tellez que subió a compartir placeres escénicos mientras más de cien afortunados pudimos rendir una noche más tributo a estos Niños que por siempre y para siempre guardaremos como nuestros, y así se lo haremos saber llenando la plaza del Pilar esta tarde, dándonos las manos, sintiéndonos de nuevo sexys e interesantes saboreando el recuerdo de sus labios, buscando antes de los fuegos purificadores del fin festivo, ese territorio celeste en el que poder vivir y jugar siempre como traviesos eingels que proclaman y reclaman un eterno viernes para bailar entre las calles , confabulados todos en no poder ni querer decirles adiós, como Soft Cell y nuestros Niños mensajearon al viento... Say Hello, Wave Goodbye.