Juegos, risas, ingeniosas atracciones y mucho titiritero suelto. Es el panorama que luce estos días el Parque José Antonio Labordeta, que, coincidiendo con el comienzo del puente escolar, se ha convertido desde ayer en el Parque de las Marionetas, comprendiendo actividades teatrales, talleres y títeres, en una clara apuesta por el entretenimiento familiar orientado hacia los más pequeños, y que lleva realizándose con motivo de las fiestas desde el año 2004.

Inspirado en las barracas de feria de finales del siglo XIX, el recinto entero, que se articula alrededor del antiguo kiosko del parque, adopta una ambientación retro en la que los niños pueden disfrutar de múltiples actividades y espectáculos gratuitos. «Ahora que ya no tienen cole este parque nos está salvando de tenerlos todo el día por casa» comenta Marta, vecina del barrio de la Romareda que ha venido al parque acompañada de sus dos hijos. «Da gusto verlos corriendo y jugando con otros niños, en casa están todo el día con las maquinetas» comenta ella, que no descarta sumarse a alguna de las actividades.

VUELVEN LOS TITIRITEROS / Una de estas actividades es la Feria de los Inventos, un recinto repleto de pequeñas instalaciones en la que los niños pueden disfrutar de diversos ingenios ópticos, de corriente eléctrica, o de rompecabezas. Otras muchas actividades presentes en la feria comprenden talleres de origami y marionetas, y hasta 300 pequeños teatrillos realizados por 23 formaciones diferentes procedentes de Francia, Chile, Argentina, Brasil y España.

Aunque sin duda el protagonista absoluto de la jornada de ayer fue el espectáculo de los Titiriteros de Binéfar, que abrieron la programación de la tarde con una multitudinaria actuación a la que asistieron los niños acompañados de sus familias. Con sus llamativos ropajes de colores verdes y ocres, los titiriteros tomaron el escenario, y el gran Paco Paricio en seguida se ganó al público. «Que empiece ya, que el público se va, la gente se marea y ese papá se mea» vitoreó el titiritero señalando al grupo de padres asentado en las gradas. Un grupo de padres que no tardó en descender al césped, donde se requirió su presencia para hacer túneles por los que los niños se arremolinaban apresuradamente al ritmo de Pasemisí Pasemisá en la Puerta de Alcalá.

«Que los niños jueguen en la calle no es un milagro, es vuestro derecho chicos» arengó Paricio, que pronto consiguió movilizar a todo el público a ritmo de saltos, vueltas, corros y trenecitos, en una multitudinaria marabunta humana. Tanto fue así, que se precisó que el suelo del recinto fuese regado a causa de la ingente cantidad de polvo que se levantó en el ambiente. Finalmente, el espectáculo fue clausurado con una gran puesta en escena compuesta por gigantescos balones que fueron empujados al cielo por niños y padres, así como enormes marionetas que recorrieron el gentío.

«Es un verdadero lujo que tantos años después podamos seguir disfrutando de los Titiritéros de Binefar» comenta Joaquín, que acudió ayer al espectáculo acompañado de su mujer y de su hija pequeña y añadió: «Cuando yo era joven esta gente ya estaba dando guerra, nunca pensé que volvería a verlos con mi hija».

Y es que los Titiriteros de Bínefar llevan actuando desde 1975, año de su fundación en la localidad de la comarca de La Litera, aunque cualquiera diría tras verlos ayer, que aunque sus seguidores vayan relevándose generacionalmente, por ellos no pasan los años.

El Parque de las Marionetas mantendrá sus actividades hasta el próximo domingo 15 de octubre, coincidiendo con el periodo de fiesta escolar, una alternativa de diversión y juego para los más pequeños y sus familias.