Las flores blancas son las más solicitadas en las floristerías de Zaragoza, como la floristería La rosaleda, situada en el Paseo de Sagasta de Zaragoza. No en vano, el manto de la virgen en estas Fiestas del Pilar lleva precisamente este color.

«¿Pasas a primera hora?», pregunta Merche, dependienta de la tienda, a una joven que está indecisa a la hora de comprar su ramo. Ella asiente explicando que sale a las 9 de la mañana y Merche responde, como si de una cancioncilla se tratase: «pues claveles en blanco porque van directos al manto».

Los claveles siguen siendo las flores estrellas de las fiestas, pero también se piden otras como los gladiolos o los girasoles. Incluso han recibido varios pedidos de ramos en rojo y amarillo, pedidos promovidos por la coyuntura social actual del país.

Los niveles de venta son similares a los del año pasado pero Merche no lo puede confirmar con rotundidad porque la gente sigue llegando a última hora. Es más, la dependienta explica que el día antes de la ofrenda es el día de más venta.

Las dependientas de La rosaleda, Merche y Mari Luz, han preparado tres tipos de ramos especiales este año. El primero es el conocido ramo de claveles, que predomina en blanco o rojo, aunque puede ser solicitado en cualquier otro color.

Como los hombres suelen elegir llevar el traje de campesino, las dependientas han preparado un ramo de girasoles que puede ser decorado con alguna espiga, adecuado para «los trajes rústicos». En último lugar, se encuentra el divertido ramo para los niños, denominado por las dependientas como «ramo dulce» porque en medio de las flores sobresale una piruleta.

Elena, de 31 años, sale hoy a La ofrenda y es una más de las personas que deciden comprarlo a última hora. Va a elegir los claveles «porque es la tradición» y quiere coger una sola flor de distinto color al del ramo por su abuela, que también solía llevarle claveles a la virgen.

Después de Elena siguen llegando otras personas. Las dependientas preparan los ramos y advierten, antes de que los clientes se marchen: «cuatro dedicos de agua y vale». La floristería permaneció abierta hasta bien entrada la tarde para confeccionar los ramos que se ofrecen hoy a la Virgen del Pilar.