Con la virgen ya majestuosamente situada en la plaza con ocho toneladas de flores en su manto, esta tarde (desde las 18.30 horas) llega uno de los momentos con más fervor religioso de las fiestas, el Rosario de cristal, que partirá de la plaza San Pedro Nolasco para después atravesar Santo Dominguito de Val, San Vicente de Paúl, Coso, plaza España, Coso, Alfonso I, plaza del Pilar, D. Jaime I, plaza de La Seo, Sepulcro, Plaza de San Bruno, Sepulcro, San Vicente de Paúl, San Lorenzo, San Jorge y Pedro Joaquín Soler.

Y es que como cada 13 de octubre desde 1890, se revivirá una tradición afincada en la ciudad que se ha convertido en un acto multitudinario. En 2014, llegaron a participar 170.000 personas.

A lo largo del recorrido ciudadanos y visitantes pueden contemplar a cientos de devotos ataviados con el traje regional que portan los tradicionales faroles de cristal. Estos fueron realizados por el arquitecto Ricardo Magdalena y simbolizan cada una de las partes de la oración del rosario: los Misterios, los Padrenuestros, las Avemarías, los Glorias y la Letanía. Asimismo, la procesión también cuenta con quince misterios creados por Ricardo Magdalena.

Vidrieras con imágenes

Los faroles monumentales tienen estructura de hierro, adornados con piezas de hojalata y latón, además de las vidrieras con imágenes que representan los misterios procedentes de la casa Degrand de Burdeos. El color varía dependiendo del tipo de misterio que se esté contemplando. En los Gozosos, referentes al nacimiento e infancia de Jesús, los colores predominantes son el rojo y el verde, en los Dolorosos, correspondientes a escenas de la Pasión, el violeta y el verde. Por último en los Gloriosos, propios de la Resurrección y Ascensión, los dominantes son el blanco y el azul. Además, cada uno de ellos lleva escrito el misterio que representa.

Los faroles de mano son mucho más sencillos y de tamaño reducido. Tienen formas geométricas y están rematados por una corona metálica. Cada uno de ellos lleva escrito en el centro el nombre de la oración que simboliza. Todos fueron construidos en los talleres Quintana de Zaragoza.

El Rosario de cristal provocará que se desvíen los autobuses que pasan habitualmente por el recorrido.