La ofrenda fluvial de este año sufrió el primer percance de su historia al quedarse encallado el barco en el que viajaban una veintena de oferentes. Un equipo de bomberos acudió en zodiac y los rescató en varias tandas de viajes a la orilla. El barco salió desde la Expo hasta el Club Náutico, pero por primera vez desde 2008 que lo hace no llegó a su destino. Al parecer, el Félix de Azara zarpó con una avería en el motor y a la hora de atracar no pudo hacerlo debido a que el río tenía poco caudal. La corriente se encargó de llevar el barco a la deriva, motivo por el cual al final acudieron los bomberos.