Un piloto que no tiene coche para entrar en la Q-3, o sea que no está entre los 10 mejores, es el actual líder del Mundial de F-1 tras las dos primeras carreras. Dicho esto, todo puede pasar este fin de semana en el GP de China, por mucho que McLaren disponga del mejor monoplaza, que Red Bull apure horas y libras para limar las dos décimas que le separan de los coches de Woking, o que Mercedes y Lotus esperen su oportunidad para intentar dar un zarpazo.

Lo mejor para Fernando Alonso ("tendremos dificultades para entrar en la Q-3", insiste el piloto asturiano) es que nadie entre los favoritos le considera ahora mismo peligroso. "McLaren es el rival a batir, nadie más", asegura Sebastian Vettel. "Después de una carrera mala como Malasia, solo estoy a 10 puntos del líder, y Alonso y Ferrari no son una preocupación. Hamilton es mi principal rival, y después los Red Bull", apunta Jenson Button. Y tienen razón al pensar que el F2012 es una castaña de coche, pero no deben olvidar que, en el 2010, Fernando Alonso conducía un Ferrari más lento que los coches de Red Bull y los McLaren, y que solo un gambazo de un ingeniero le dejó sin el título mundial.

Y ésta del 2012 se asemeja más a la temporada 2010 que a la 2011, incluso a la del 2008, en la que Robert Kubica fue líder del Mundial con un discreto BMW tras ganar la carrera de Canadá. Solo el deseo expreso de Mario Thiessen, jefe del equipo, privó a Kubica de luchar por el título.

HAMILTON, SANCIONADO Fernando Alonso solo pide "la suerte de Australia y Malasia". Y en China, además de una posibilidad de lluvia, andan los rivales confundidos. Sebastian Vettel ha pedido a Red Bull que vuelva al diseño del coche anterior a los últimos test de Barcelona en los que incorporó una colocación de los escapes copiada a Sauber. El piloto alemán tendrá pues un coche muy diferente al de su compañero Webber. "Al coche le falta equilibrio. Es un coche muy inestable", se queja el campeón, al que los nervios traicionan en pista. Y en McLaren, Hamilton aún no entiende ni los neumáticos Pirelli, ni por qué no ha ganado ninguna de las dos carreras en las que consiguió la pole.

Además, el piloto inglés será sancionado con la perdida de cinco puestos en la parrilla de salida ya que su equipo ha decidido cambiar la caja de cambios de su monoplaza de forma inesperada. Una sanción que le supone al campeón del mundo de 2008 salir como máximo desde la sexta plaza de la parrilla en el trazado chino, donde confiaba en lograr su tercera pole consecutiva, pero que ahora le complica el quedar en una buena posición. Hamilton no ha comenzado la temporada con buen pie.