Era lo que se le pedía, que hiciera valer el poderío de Mercedes cuando Lewis Hamilton no pudiera, que restara puntos a losFerrari cuando su jefe tuviera problemas. Y Valteri Bottas comienza a hacer ese trabajo para el que se le fichó. En Austria consiguió su segunda victoria de la temporada con solo medio segundo de ventaja sobre Vettel, pero suficiente para minimizar los daños de Hamilton (cuarto) en la lucha por el mundial. Es más, Bottas incluso se ve en la lucha por ese título. "Aún no hemos llegado ni a mitad de temporada, así que ahora estoy en la lucha por el título", asegura el finlandés, al que podrían ofrecer muy pronto la renovación del contrato que expira a finales de temporada: "Siento que el equipo está conmigo".

El finlandés de pocas palabras, que abandonó el hockey sobre hielo de niño alucinado por una carrera de karts, cimentó su victoria en una gran primera parte de carrera. "Hice la salida de mi vida", reconoció, reaccionando a la luz de los semáforos en solo 201 milésimas. "Sigo pensando que se adelantó al semáforo", mantuvo tras la carrera Sebastian Vettel, con el que compartía la primera linea. Pero no, Bottas no se adelantó, llegó con holgura a la primera curva y sacó provecho de las virtudes del Mercedes con el compuesto más blando para colocar cuatro o cinco segundos de ventaja sobre Vettel.

Fue en esa primera curva en la que Daniil Kvyatt se pasó de frenada y se llevó por delante a Fernando Alonso y a Max Verstappen. "Una pena, nada que esté en nuestras manos, habíamos salido bien, habían tenido problemas Sainz y Verstappen, así que recuperamos esas dos posiciones y luego llegamos a la curva uno y me tocaron y arruinaron un par de carreras, pero es lo que hay y no podemos hacer nada", explicó Alonso sobre una acción que le costó una sanción a Kvyatt.

Era el momento para que Sainz volviera demostrar la superioridad sobre su compañero ruso, pero esta vez los problemas de motor le dejaron fuera de combate. "Tuve problemas de motor desde la arrancada". A pesar de todo, estaba en la zona de puntos hacia mitad de carrera, cuando le pidieron que fuera hacia el box. "Una faena, se podían haber conseguido puntos, iba noveno. Es un fin de semana para pasar página", agregó para finalizar.

UNA FASE ABURRIDA

Tras los incidentes de la primera curva, la carrera entró en una fase táctica, aburrida, sin apenas adelantamientos, una fase que sirvió para comprobar las dificultades de Lewis Hamilton para remontar desde la octava posición desde la que arrancaba tras una sanción de cinco posiciones por cambiar la caja de cambios. Se deshizo de los Force India y del Hass de Romain Grosjean en la pista, mientras que en la parada en boxes adelantó a Kimi Raikkonen, incapaz no ya de frenar a Hamilton o seguir el ritmo de su compañero Vettel, tampoco de aguantar la velocidad de Daniel Ricciardo. Si Bottas se ganó la renovación, Sergio Marccione, el presidente de Ferrari que acudió al circuito de Spielberg, se pensará la renovación de Raikkonen.

La carrera entró en una especie de letargo hasta las últimas 10 vueltas, en las que el Ferrari de Vettel iba mucho mejor con el superblando que el Mercedes de Bottas, quien además, sufría con ampollas en sus gomas. "He estado muy cerca, crucé la línea de meta a solo medio segundo de Valteri. Me sentí muy cómodo en la segunda parte de la carrera. Solo necesitaba una vuelta más", explicó Vettel, que ahora suma 20 puntos de ventaja sobre Hamilton. "Ha sido una carrera muy divertida y en las últimas vuelta Lewis me ha apretado mucho. Ha sido una lucha limpia", dijo Ricciardo tras su quinto podio consecutivo.