En el modelo de deporte espectáculo pero, sobre todo, negocio, que Bernie Ecclestone ha hecho durante estas cuatro últimas décadas de la F-1, las escuderías recibían una parte de los ingresos por publicidad y derechos de televisión, que Míster E discutía con cada uno de ellos para formar el Pacto de la Concordia, ese acuerdo renovable cada cinco o siete años, en el que se decidía ese reparto. Ahora, Liberty Media, la empresa que ha adquirido las acciones de CVC Partners y pasa a dirigir los designios de este negocio (junto a Bernie, claro) indicaron la semana pasada, tras el acuerdo de compra, que estarían dispuestos a permitir que los equipos adquirieran una participación del negocio, algo que hasta ahora solo Ferrari tenía.

UNA IDEA ATRACTIVA

"La idea suena bien," dijo Toto Wolff, jefe de Mercedes, durante la rueda de prensa de ayer en el circuito de Singapur. "Si son capaces de alinear a los principales grupos de interés con una visión a largo plazo, y de convertir a los equipos en accionistas, hay muchos problemas que se pueden resolver. Obviamente, es una decisión comercial y financiera, y el diablo miente en los detalles".

Christian Horner, de Red Bull, se mostró aún más decidido. "Creo que los equipos son los principales interesados en la F1, sin los equipos no hay F1. Para las escuderías, tener una participación minoritaria tendría sentido y que se ofreciera a todos los equipos en los mismos términos, tendría sentido total. Mantener una participación minoritaria de los equipos sería lo correcto, porque cualquier cosa más allá de eso, nunca vamos a estar de acuerdo”, explicó el jefe de Red Bull.

Para Monisha Kaltenborn, directora ejecutiva de Sauber, la clave es el precio. "Creo que es una idea interesante. Puede tener sentido que todos los equipos tengan esta oportunidad y poder ser representados también. Al final, dependerá de lo que te den y cuál sea el precio".