Ningún otro circuito como el de Abu Dabi para escenificar el desenlace de la más trepidante temporada en la historia de la F-1. Spa, Monza o Silverstone almacenan el rancio sabor de la historia, de la tradición, pero la modernidad del Yas Marina, su espectacularidad al caer la noche, se convierten en el mejor escaparate para la batalla definitiva de cuatro pilotos que apurarán sus opciones hasta la vuelta 55 del último GP. Será otra final, como la de Johanesburgo, en la que el deporte español, como ya es habitual, buscará más oro.

La historia de los finales de la F-1 es tan rica en acontecimientos que conviene no magnificar el tercer puesto de Alonso en la crono. Hasta que la gorda no sale a cantar, la función no ha terminadoO, advierte Mark Webber, el damnificado de una crono que le llevó a la quinta plaza, por detrás de Alonso, su peor pesadilla y la de Red Bull.

Fernando Alonso y Ferrari le han ganado la primera batalla a Red Bull, la que se disputa en la cabeza de los pilotos e ingenierosO, según Stefano Domenicali. Con un coche tan superior, Vettel consiguió la ´pole´. Pero una extraña estrategia llevó a Webber a la quinta posición: No estoy radiante, no; salir quinto es decepcionanteO. Hamilton, el convidado de piedra --necesitaría una supercarambola para ser campeón-- saldrá segundo. Jenson Button se coló cuarto... La parrilla es chispeanteO, calificó Christian Horner, el jefe de Red Bull que, encima, no tendrá juntitos a sus dos pilotos para, al final, poder elegir el orden.

APUESTA POR VETTEL En Red Bull siguen apostando por el alemán, el niño bonito del equipo y de su multimillonario propietario, Dietrich Mateschitz. Ha sido su apuesta este año y morirán con ella. Mejor para Alonso. El asturiano necesita ser cuarto si Vettel gana, y eso lo tiene a tiro de piedra. Arranca tercero, por la parte limpia... Pero el bicampeón no se fía, sería de tontos. No hay nada claro, las dificultades vendrán mañana --por hoy--, con la salida, las paradas en el box, el ritmo de carrera... Todo está en el aire, pero estamos en una inmejorable posición para afrontar la carrera con garantíasO.

En esta posición se encuentra en su salsa, midiendo posibilidades, analizando a su rivales, calculando los riesgos. Depender de nosotros mismos nos ha ayudado; otros han tenido que arriesgar. A nosotros nos sirve un fin de semana normalO. Es la hoja de ruta que le ha llevado hasta aquí y no la cambiará. Porque solo así ha llegado líder a la última carrera del Mundial más competido de la historia. Nunca tantos pelearon por el título: cuatro pilotos, tres equipos, cinco líderes diferentes durante el año.

Y, de nuevo, Vettel al frente, en la ´pole´, la décima. Y de las nueve anteriores, solo convirtió esa posición en dos victorias. En Ferrari lo saben. No lo dicen porque trae mala suerte, pero se intuye una inauguración por todo lo alto del Ferrari World, el mayor parque temático cubierto del mundo. Miles de metros cuadrados con aire acondicionado, junto a este maravilloso circuito en el que trabajaron 43.000 obreros indios, con excesos como el techo de fibra de vidrio para rebajar la temperatura en los gradas, con miles de lux y con un pit lane que tiene desde túnel propio hasta yates y hoteles de lujo. El escenario perfecto para que Alonso bendiga su matrimonio con Ferrari.