Pilotos y mánagers de la actual parrilla de F-1 han puesto a cargar sus teléfonos porque la sorprendente retirada de Nico Rosberg ha dejado vacante el volante más atractivo, el del coche campeón en las tres últimas temporadas, y el mejor preparado para ganar también en 2017. Fernando Alonso y su mánager Luis García Abad llevan en conversaciones con la cúpula de Mercedes desde la noche del miércoles, cuando Toto Wolff les llamó, pero no es el único en el abanico de candidatos que manejan el jefe de Mercedes y su amigo Niki Lauda. Max Verstappen es el gran rival de Alonso en la lucha por ese volante, pero no el único. Daniel Ricciardo y los dos pilotos canteranos de Mercedes, Pascal Wehrlein y Esteban Ocon, son otras opciones que suenan con fuerza.

La retirada de Rosberg ha pillado por sorpresa al mundo de la F-1. El alemán afirmó que se marchaba tras «cumplir mi sueño. Ahora podré cuidar de mi mujer y mi hija, a las que no he dedicado ni un solo día esta temporada». Toto Wolff, quien ya conocía la decisión de Nico desde el martes, ofreció su visión sobre los pasos a seguir. «Ahora tenemos que considerar todas las opciones, y será muy duro. Vamos a empezar a buscar este lunes», asegura el máximo responsable de Mercedes, quien ya ha mantenido varias charlas con Alonso. «Va a ser un proceso estructurado muy racionalmente. Vamos a pensar juntos, Niki y yo hemos tenido ya conversaciones en estos dos días, y después, el lunes, iremos a Brackley y nos sentaremos con los ingenieros y, con suerte, encontraremos a alguien que pueda calzarse estas botas tan grandes», añade el jefe.

«Alonso es una opción si Rosberg no renueva», dijo Wolff en el GP de España, antes del lío con Lewis Hamilton tras aquel choque entre los dos Mercedes.

TODOS MIRAN A ALONSO

En el GP de Singapur de 2014, surgieron las primeras conversaciones cuando Alonso decidió dejar Ferrari. Finalmente no cristalizaron y el asturiano se fue a McLaren con un contrato millonario que puede romper cuando quiera sin problemas.

Muchos de los candidatos y los jefes de equipo coincidieron ayer en Viena, en la gala de la FIA. También estaba Bernie Ecclestone, el mandamás de la F-1. «Es posible, sí, que Alonso reemplace a Rosberg». El octogenario patrón de la F-1 descarta a Sebastian Vettel, tetracampeón del mundo, y alemán. «No creo que Seb quiera estar con Lewis», sentenció Ecclestone, que es, sin duda, el mejor informado de todo el paddock.

Mientras Wolff prefiere a Alonso, Lauda no lo tiene tan claro, y quiere a Verstappen, aunque en Mercedes ya saben que Red Bull no le dajará ir, no sin una fuerte indemnización que algunos mánagers de la F-1 cifran en torno a los 20 millones de euros. Red Bull le ató especialmente cuando le subió de Toro Rosso al primer equipo en el Gran Premio de España. En Red Bull no querían llevarle al estrellato, realizar esa gran apuesta, sin atarlo muy bien contractualmente. En este sentido, Ricciardo tiene unas cláusulas más laxas. Y, en su caso, el precio de rescisión seria más bajo.

Y AL FONDO, CARLOS SAINZ

Carlos Sainz, mientras, se frota las manos con estos movimientos. Si Mercedes se lleva a Verstappen o Ricciardo, saltaría a Red Bull. Si fichan a Alonso, se abre una puerta en McLaren. Lo peor para Carletes es la opción de Wehrlein y Ocon, los dos jóvenes del programa de Mercedes.

Hamilton, que despidió a Rosberg a lo Hamilton («no me extraña que se vaya, ha ganado, por pimera vez, en 18 años»), ya se huele la llega da de Alonso. «Simplemente, siempre he pedido los mismos derechos. Siempre que seamos tratados de forma justa, da igual quién esté a tu lado», explicó en la gala de la FIA. Quien se suba a ese coche tiene garantizada la posibilidad de ser campeón del mundo.