Nadie, ni los organizadores del Gran Premio de Hungría, ni los equipos, nadie, contaba con esa tormenta de verano que inundó el asfalto de Hungaroring, que dilató la clasificación al doble de su tiempo habitual, que propició cuatro banderas rojas entre interrupciones por accidente y de lluvia. Pocos, muy pocos contaban con que Nico Rosberg le arrebatara la pole a Lewis Hamilton, porque el alemán, cuyo mejor resultado en Hungría es un cuarto puesto, se enfrenta a un compañero que suma cuatro victorias en el que parece el jardín de su casa.

Pero la lluvia lo enredó todo, el agua dibujó el marco ideal para ver emerger a los dos españoles, para que Carlos Sainz y Fernando Alonso se deshagan del lastre de sus lentos coches para lucirse. El asturiano arrancará séptimo; el madrileño, sexto, la mejor posición en Hungría en la historia de Toro Rosso.

Las condiciones cambiantes propiciaron el uso de los neumáticos de lluvia extrema, los mixtos y, finalmente, secos. Alonso lideró buena parte de la tabla de tiempos. «En condiciones mixtas siempre se nos ha dado bastante bien. Cuando estaba justo para seco estábamos incluso primeros en Q2, lo cual fue una bonita sorpresa. Luego, en Q3, podía haber bajado alguna décima, pero cometí un error en la chicane y, luego, intenté recuperar e hice un trompo. Lástima, igual podríamos haber estado delante de Vettel», explicó Alonso. Y sí, por muy poco no batió al primer Ferrari, aunque sí lo hizo con el segundo, con el de Raikkonen, que ni siquiera pasó a la Q± 3. El hundimiento de la Scuderia es manifiesto. Comenzaron la temporada pregonando que lucharían, por fin, contra Mercedes por el título, y ya han sido desbancados por Red Bull como segundo equipo. Vettel no para de quejarse de todo por radio, y desde Italia ya han filtrado que se interesó por la renovación de Rosberg para dejar Ferrari.

Pero tendrá que seguir tragando en Ferrari y entenderá las razones de Alonso para abandonar Maranello, porque Rosberg ha renovado por dos temporadas más este fin de semana, y lo ha hecho firmando una pole no exenta de polémica, porque a juicio de muchos no redujo los suficiente la velocidad cuando pasaba por las banderas amarillas que marcaban el trompo de Alonso. «Sí, reduje la velocidad lo suficiente para mantener la seguridad, así que no veo por qué me han de sancionar», explicó el líder del Mundial que, a pesar de todo, fue llamado a declarar ante los comisarios.

La carrera se presenta sobre seco y, en teoría, Rosberg solo tendrá que preocuparse de que Hamilton no le adelante en la salida. La estrategia parece a dos paradas y si Hamilton no le adelanta en la salida, deberá preocuparse de no sufrir frente a los Red Bull, que arriesgarán con Ricciardo o Verstappen.