Fiel a la tradición, el actor Antonio Banderas se ha reencontrado una vez más el Domingo de Ramos con su Virgen de Málaga y ha asistido a la procesión de María Santísima de Lágrimas y Favores, de las Reales Cofradías Fusionadas de la ciudad, en la que ejerce como mayordomo del trono -el encargado de guiarlo durante su recorrido por la ciudad- desde hace más de una década.

Banderas se ha vestido en la Iglesia de San Juan con la túnica que ha lucido en el desfile, a lo largo del cual también se ha cubierto el rostro con un capillo que solo deja entrever sus ojos.

El actor, que ha estado acompañado de su pareja, la holandesa Nicole Kimpel, en la salida desde el interior de San Juan, se ha mostrado muy contento con poder seguir participando en las procesiones de Semana Santa de Málaga, en un año muy especial para él después del infarto que sufrió el pasado enero y que le ha obligado a bajar el ritmo de trabajo.