Mariah Carey llevaba tiempo dando muestras de un comportamiento errático, en su vida privada y en su faceta como diva de la música pop. Algo no iba bien. Y ahora ella misma ha desvelado en la revista People que está tratándose de un trastorno bipolar. A pesar de que fue diagnosticada por primera vez en el 2001, cuando fue hospitalizada cuando sufrió un colapso, «no quería creerlo», explica la cantante. «Hasta hace poco vivía en la negación, en el aislamiento y en constante temor. Era una carga demasiado pesada para llevar y simplemente ya no podía hacerlo. Busqué y recibí tratamiento, puse a personas positivas a mi alrededor y volví a hacer lo que amo, escribir canciones y hacer música», reconoce la artista, que está preparando un nuevo trabajo discográfico.

La diva asegura que durante mucho tiempo pensó que sufría «un trastorno grave del sueño», continúa Carey. «Pero no era un insomnio normal y no estaba despierta contando ovejas. Estaba trabajando…». Carey reconoce que tenía miedo constante de decepcionar a la gente.