Juró decir toda la verdad con la mano alzada frente al juez y tuvo que cumplir su palabra. El conocido ilusionista David Copperfield, de 61 años, se enfrenta a una demanda judicial y ha tenido que desvelar uno de sus célebres trucos: el que hacía desaparecer a un grupo de espectadores elegidos al azar por medio de grandes pelotas infladas que se lanzan al público. Ha sido para hacer frente a la demanda de un exchef británico, Gavin Fox, que le acusa de negligencia.

Hace cinco años, Fox estaba disfrutando de uno de los espectáculos habituales que Copperfield realiza asiduamente en el teatro de un casino de Las Vegas cuando fue elegido por el mago para participar en uno de sus números. Pero un accidente mientras participaba en el juego le produjo una lesión cerebral y varias heridas. Su paso por el quirófano y las secuelas, que afirma le han supuesto más de 300.000 euros en atención médica, le hicieron llevar a juicio al ilusionista y reclamarle una indemnización millonaria. El truco, que se llama Lucky 13, consiste en hacer desaparecer del escenario a 13 personas del público escogidas al azar. Ante la sorpresa de los espectadores, aparecen de repente en la parte posterior del teatro, justo detrás de la audiencia.

Según The Guardian, los abogados de Copperfield no llegaron a ningún acuerdo con el demandante antes del juicio para evitar revelar los secretos de este truco. Así que el productor ejecutivo del mago, Chris Kenner, ha tenido que explicar finalmente en un juzgado de Las Vegas que mientras en el escenario se produce el efecto ya no están, los participantes son conducidos por un sistema de pasillos oscuros, interiores y exteriores, desde el escenario hasta el lugar donde reaparecen. «Todo muy rápido y justo a tiempo para volver a entrar por la parte posterior del teatro y mostrar su reaparición», explicó Kenner. Gavin Fox, que ahora tiene 58 años, asegura que durante ese recorrido se resbaló y cayó, dislocándose el hombro, lo que degeneró en un dolor crónico que terminó en una lesión cerebral.

«¿Se trata de una carrera de obstáculos?», preguntó durante la vista el abogado del demandante. «No», defendió el productor Kenner, cuya compañía también ha sido demandada. El abogado de Gavin Fox sostuvo que en ningún momento comunicaron a su cliente en qué iba a consistir el truco y preguntó a Kenner si se evaluaron la condición física y el calzado de los participantes en el truco. Kenner negó que guiar a los voluntarios a lo largo de dicha ruta fuera peligroso. David Copperfield ha realizado este truco «satisfactoriamente» durante más de 15 años, con más de 100.000 participantes. Ha vendido más de 30 millones de entradas de sus espectáculos y ha generado más de 4.000 millones de dólares en ganancias a lo largo de sus 40 años de carrera.