Paul McCartney no supo muy bien qué hacer con su vida cuando los Beatles se separaron. Fue un momento de bajón existencial y cayó en una depresión. Incluso pensó en dejar la música para siempre. En una entrevista para Mastertapes de Radio 4 en la BBC, el artista confiesa haberse sentido “perdido”, cuando el grupo se rompió oficialmente en 1970, entre disputas y enfrentamientos, que se habían venido fraguando desde un año antes. “Fue difícil saber qué hacer después de los Beatles. ¿Qué es lo que sigue? Estaba deprimido. Era para estarlo. Estaba rompiendo con los amigos de toda mi vida, así que me di a la bebida”. Llegó un momento en el que no sabía, “si iba a continuar con la música”.

Fue por aquel entonces cuando se trasladó a vivir a Escocia -en parte para escapar las reuniones de negocios- y empezó a beber. “Tomaba una copita. Al principio era estupendo, pero de pronto dejé de pasarlo bien. Se me fue la mano”. McCartney cuenta que formó el grupo Wings, “para sobreponerme al shock de no estar nunca más en los Beatles”. Le empujó L inda, su esposa por aquel entonces. La idea le gustó, pero la calidad de la banda -afirma ahora- dejaba mucho que desear. “Éramos terribles. No éramos un buen grupo. La gente decía que Linda no podía tocar el teclado y era verdad, pero John (Lennon), no podía tocar la guitarra cuando empezamos (The Beatles)”.

La relación con Lennon, que había acabado como el rosario de la aurora, mejoró, según McCartney, en los meses antes de que su antiguo compañero de Liverpool fuera asesinado en Nueva York en 1980. “Llamaba a John de vez en cuando. Sólo hablábamos de los niños y de cómo hacer pan”. Aquella reconciliación tuvo más importancia de la que pensó en un primer momento. “Fue realmente estupendo el que estuviéramos otra vez juntos antes de su muerte, porque hubiera sido (algo) muy difícil de llevar”. McCartney está convencido de que la competencia que existió entre él y Lennon dentro del grupo, contribuyó a crear algunas de sus mejores canciones. “Cuando eres joven te pasan cosas mágicas: estar en la banda, la competencia con John, ser unos niños y de repente ser famosos. Eso generó un buen trabajo”.

SU TERCERA ESPOSA, LA MILLONARIA NANCY SHEVELL

McCartney a punto de cumplir 74 años, está casado desde hace cinco con su tercera esposa, la millonaria americana, Nancy Shevell, y sigue siendo un músico hiperactivo. El pasado año grabó junto a Rihanna y Kanye West. Del rapero dice que es “un monstruo” y “un tipo loco que produce cosas estupendas y me inspira”. “Nunca tratamos de escribir una canción. Mucho de lo que hicimos fue contarnos mutuamente historias”. West utilizó una melodía de 1969 del exBeatle, 'All Day', que nunca antes se había publicada. “Es una grabación estupenda, con un sonido brillante”. Causó polémica al utilizar West la palabra “nigger”, que McCartney considera justifica en el contexto de “generación urbana” del rapero.

La larga entrevista de la BBC tuvo lugar en los estudios de Maida Vale en Londres, ante una audiencia de un centenar de personas, entre la que se encontraban el actor Brad Pitt y el músico Paul Weller.