El príncipe Enrique y Meghan Markle llevan casados exactamente 11 días y, aunque ya tuvieron su primera aparición oficial como marido y mujer, todavía no se conocía el destino que habían elegido para su luna de miel. Los duques de Sussex pasarán unas minivacaciones en la cabaña Outlook en Alberta, Canadá, según la prensa americana. Se trata de uno de los rincones favoritos de la Corona británica. De hecho, Jorge VI, padre de Isabel II, y su esposa la reina madre pasaron allí unos días en 1939, un descanso de un viaje diplomático que realizaron a Canadá para reforzar la alianza contra los nazis.

El rey Jorge VI, bisabuelo de Enrique, quedó tan hechizado por el lugar que, muchos años más tarde, en el 2005, su hija Isabel II disfrutó de unos días de relax en plena naturaleza.

SEIS HABITACIONES / En un paraje impresionante, los recién casados se hospedarán en una cabaña, que se encuentra a los pies de las Montañas Rocosas canadienses, concretamente en el Fairmont Jasper Park Lodge. La vivienda, que fue reconstruida tras sufrir un incendio en el 2000, cuenta con un gran salón con chimenea de piedra, seis habitaciones, un invernadero y una gran terraza con barbacoa.

Semanas antes de la boda, los rumores apuntaban a que los novios iban a elegir un destino africano para su luna de miel. Ya que tanto Enrique como su esposa han pasado largas temporadas en África por sus labores humanitarias. Sin embargo, la duquesa tiene una larga relación con Canadá, porque vivió en Toronto durante varios años mientras interpretaba a una jurista en la serie de televisión Suits.

LOS REGALOS / Por otro lado, con respecto a los regalos que la pareja se ha quedado no se sabe nada, pero el diario británico Express sí que ha publicado el valor de los que tienen que devolver: 7 millones de libras (casi 8 millones de euros).

La pareja pidió como regalo de boda que se hicieran donaciones a alguna de las causas benéficas que ellos apoyan. Y elaboraron una pequeña lista privada para los amigos más cercanos y miembros de la familia con artículos para el hogar. A pesar de esto, Express revela que el Palacio de Kensington ha recibido multitud de paquetes y regalos... que ahora tienen que devolver.

Según el medio británico, la pareja se vio inundada de regalos provenientes de empresas, firmas, celebrities y personas desconocidas que, según las normas, no pueden aceptarse. «Los obsequios ofrecidos por personas privadas que viven en el Reino Unido y que no son personalmente conocidos por miembros de la familia real deben rechazarse cuando existan dudas sobre la procedencia o las motivaciones del donante», fija la normativa. También priman razones de seguridad.