Exiliados lujosamente en Suiza, desterrados forzosamente de Mallorca y separados de la familia real, los exduques de Palma han vuelto a buscar refugio en Bidart, en el corazón del País Vasco francés, entre Biarritz y San Juan de Luz, donde pasarán las vacaciones estivales junto a sus hijos Juan, Pablo, Miguel e Irene.

Claire Liebaert, la madre de Iñaki Urdangarin, alquila cada verano una casa en esta pequeña localidad francesa, en la que se reúnen todos los hermanos y los nietos. El año pasado, llegó él primero porque la infanta estuvo viajando con Pablo, su segundo hijo, para matricularle en la escuela en la que ha estudiado este año en EEUU, pero esta vez llegarán todos juntos.

Tras la sentencia del caso Nóos, la absolución de Cristina y la libertad condicional de Iñak, los Urdangarin piensan pisar España más que lo justo.Y es que desde el 2013, los exduques de Palma no veranean con el resto de la familia en Mallorca por su mala relación con los reyes, Felipe y Letizia. Pero sus cuatro hijos sí que acuden cada año, en agosto, a la isla balear, donde disfrutan de unos días junto a sus primos y su abuela, la reina Sofía.