La novia de Cristiano Ronaldo ejerce de muy buena mamá para el baby boom en que se ha convertido la casa del futbolista. Georgina no solo se defiende, sino que se divierte a las mil maravillas a tenor de las últimas imágenes que ella misma ha colgado en su perfil de Instagram. En ellas, Georgina, de 24 años, no ha dudado en maquillarse como si fuera un gato para hacer carantoñas y jugar con Mateo, uno de los mellizos del astro, que pronto cumplirán un año, y la pequeña Alana, nacida el pasado mes de noviembre de la relación de la pareja.