El artista bohemio por excelencia del París del siglo XIX, Henri de Toulouse Lautrec, ha sido homenajeado este lunes por Google en motivo del 150 aniversario de su nacimiento.

El buscador le ha dedicado la cabecera de su página web, popularmente llamado 'doodle', como ya hizo para conmemorar el 108 aniversario del nacimiento de Hannah Arendt o el 96 aniversario de Nelson Mandela, entre muchos otros.

El dibujante amigo de las prostitutas, habitual en los cafés-concierto y los cabarets y conocido por los taberneros por su problema con el alcohol murió a los 36 años de una parálisis.

No obstante, su obra rompedora, realista y original ha perdurado hasta nuestros días y nos ha permitido conocer y admirar las luces y las sombras de la noche parisina del siglo XIX. El París de Van Gogh, Degas, Renoir y Picasso.

Lautrec encarna a la perfección la vida del artista bohemio francés. Hijo de una familia burguesa, recibió una buena educación y creció rodeado de lujos, pero renunció a todo ello y eligió el camino del arte. La vida de Lautrec estuvo marcada por su aspecto físico, y es que debido a la relación de parentesco de sus padres padecía una enfermedad que le debilitó los huesos y le impidió crecer. Media 1,52m. El artista, resignado a su apariencia, solía decir: "Soy feo, pero la vida es hermosa".

Su obra, al igual que les pasó y les pasa en la actualidad a muchos artistas, fue despreciada, criticada y subestimada en su época. No sería hasta 1914, 13 años después de su parte, que se hizo justicia con su obra. A día de hoy es considerado uno de los mayores representantes del postimpresionismo y en 1952, John Huston contó su historia a través de la película Moulin Rouge.

Admirador de los rostros y especialmente de las curvas del cuerpo femenino era capaz de captar el movimiento, el dinamismo y las formas de la noche. No dudaba además en criticar a todo aquel que retratara paisajes. Para Lautrec lo importante era la gente.

Algunas de sus obras más conocidas son en formato de cartel publicitario y es que durante un tiempo trabajó como 'publicista' de los restaurantes y locales nocturnos de Montmartre, el corazón del mundo bohemio.