La infanta Cristina asistió ayer a la misa en recuerdo de su abuelo Juan de Borbón en el 25º aniversario de su muerte. La hija menor de los Reyes eméritos llegó acompañada por su prima Alexia de Grecia al monasterio de San Lorenzo de El Escorial, donde coincidió con los Reyes por primera vez en un acto oficial desde hace casi un año. Según Europa Press, se dio la circunstancia de que los escoltas intentaron que no hubiera testimonio gráfico de su llegada, al pedir a los medios que dejaran las cámaras en el suelo para pasar con los perros policía justo cuando Cristina de Borbón hacía su entrada. Ya en el interior del templo, la infanta se situó en primera fila junto a su hermana Elena.

La ceremonia fue presidida por los monarcas, Felipe y Letizia, y por los reyes eméritos, Juan Carlos y Sofía. Entre los 250 asistentes se encontraban también el ministro Íñigo Méndez de Vigo, familiares del conde de Barcelona, además del duque de Alba, Alfonso Ussía, Karina de Bulgaria, Teresa de Babiera, Genoveva Casanova, Beltrán Gómez Acebo y Alicia Koplowitz, entre otros.

LAS AUSENCIAS / Esta fue la primera vez que la infanta Cristina coincidía en un acto público con los Reyes desde el 11 de mayo del año pasado, cuando acudió junto a su hermana, Elena, al funeral por Alicia de Borbón-Parma en la capilla del palacio real de Madrid. La infanta no estuvo en la celebración del 80º cumpleaños de su padre el pasado 5 de enero, pero Juan Carlos sí asistió días después al de Iñaki Urdangarin en Ginebra (Suiza) junto a la reina Sofía y la infanta Elena.

Y es que Cristina de Borbón permanece excluida de los actos oficiales de la familia real, pero no así de la vida familiar.

La infanta está a la espera de que el Tribunal Supremo falle en relación sobre la sentencia que pesa sobre su marido, Iñaki Urdangarín, por el caso Nóos. La fiscalía ha pedido que se eleve la pena a diez años, aunque inicialmente fue condenado a seis años y tres meses.

El conde de Barcelona falleció en la Clínica Universitaria de Navarra, en Pamplona, el 1 de abril de 1993 tras un largo proceso canceroso. Sus restos descansan en la antesala del panteón de Reyes, conocida como el pudridero, en la que permanecerán hasta que puedan reducirse para que ocupen la urna que los acogerá definitivamente bajo la inscripción «Don Juan de Borbón, conde de Barcelona».