La actriz estadounidense Jennifer Lawrence, de 27 años, deja temporalmente el cine y se toma un año de descanso. Una mala noticia, sin duda, para sus fans y para la industria cinematográfica. La protagonista de Mama quiere dedicarse plenamente al activismo, especialmente centrado en la lucha contra la corrupción política. «Voy a tomarme un año sabático. Trabajaré con la organización Represent.Us, tratando de ayudar a los jóvenes a involucrarse políticamente a nivel local», explicó en una entrevista realizada a Entertainment Tonight, donde estuvo promocionando su último trabajo frente a las cámaras, Gorrión rojo.

Lawrence ya dio alguna pista el mes pasado de la clara voluntad concienciadora que tiene cuando visitó la escuela secundaria Cleveland Heights de Ohio para ofrecer una charla para los jóvenes estudiantes. «Me gustaría que la gente joven se interese y participe de la política a nivel local para poder arreglar nuestra democracia», explicó la protagonista de Los juegos del hambre, que a juzgar por los estudiantes es una excelente oradora.

«Hay una verdadera diferencia cuando alguien, que solo tiene 10 años más que nosotros, viene a hablar sobre política. Tras escucharla, cuando ella dijo finalmente: «Es tu turno», realmente me hizo pensar», resumió uno de los alumnos al portal E! News.

IGUALDAD DE GÉNERO / La actriz aboga públicamente por la lucha por la igualdad de género y también por los derechos de los inmigrantes y la comunidad LGBT. Participó en la Marcha Femenina de Los Ángeles con una camiseta en la que se leía Todos deberíamos ser feministas junto a otras figuras relevantes como Adele y Cameron Diaz, y también estuvo presente en la gala de los Bafta, celebrada el domingo 18 de febrero, luciendo un vestido negro -igual que Angelina Jolie y Salma Hayek y muchas otras- como denuncia a los abusos sexuales producidos en el mundo del cine, sacudido tras el escándalo del productor Harvey Weinstein.

Represent Us, la organización con la que trabajará Lawrence, es una entidad sin ánimo de lucro con una función que no tiene nada que ver con la política partidista, sino con promover leyes estatales dentro de los Estados y del Gobierno para prevenir los casos de corrupción.

Este movimiento ciudadano tiene como objetivo reunir una coalición diversa y multicultural, donde no importe si eres joven o viejo, liberal o conservador. Además, aboga, entre otras cosas, por terminar con los sobornos a los políticos, dar poder a los votantes con una devolución de impuestos y también fortalecer el cumplimiento de las reglas a través de castigos mucho más severos.