'Salvados’ ha recuperado este domingo una de las 'guerras mediáticas' más intensas de los años 90: José María García y José Ramón de la Morena. Los dos reyes de la radio deportiva nocturna mantuvieron un duro enfrentamiento que simbolizó la confrontación de las emisoras en las que trabajaban: la SER (De la Morena) y A-3, la COPE y Onda Cero (García).

Que José María García fue (y es) alguien que toca poder, lo demuestra su nutrida agenda telefónica: tiene línea directa con Mariano Rajoy, con Soraya Sáez de Santamaría, con el Rey emérito, con Ángel María Villar... aunque, por distintos motivos le han decepcionado y hace tiempo que no hablan, tal y como le explicó a Jordi Évole.

De Rajoy dice que le cuesta creer lo de los sobresueldos, pero que no pone "la mano en el fuego por nadie". Para añadir que "votar al PP es perder el voto" y que la subida de Ciudadanos se debe a la torpeza del Gobierno. De Villar asegura que "no hizo, pero dejó hacer, miró hacia otro lado". Y de Juan Carlos I explica que le visitaba como periodista, no como amigo -ya que, "por encima de todo, era periodista"- y añade que no habla con él desde que se retiró. "Ni una triste llamada". Del monarca al periodista, se sobreentiende.

Algo que Évole "solucionó" y es el que el programa tuvo un protagonista inesperado: el rey emérito Juan Carlos I. El presentador le telefoneó desde el móvil de José María García, pero el monarca colgó de repente tras sacar a la palestra su polémica cacería en Botsuana. Fue entonces cuando Évole le preguntó si hubiera publicado la noticia de la cacería de si la hubiera tenido y el 'sí' del periodista fue rotundo.

Buenas noches y saludos cordiales

Tras conversar largo y tendido con García, entró en escena en 'Salvados' José Ramón de la Morena, un momento que Évole calificó de histórico. "Queremos mandar un mensaje -se adelantó García- hoy, en esta sociedad, el tiempo lo marca la reconciliación, la generosidad y dar más que recibir. Al final todo se olvida". Pero De la Morena -que empezó su andadura en la radio como becario de García- le interrumpió para puntualizar: "No se olvida, pero se aprende".

Aunque el tono del diálogo fue más respetuoso que amistoso, De la Morena alabó a García por haber "abierto un camino para que el periodista deportivo ganase dinero". También reconoció que -en sus años de pugna- hacían un periodismo "un poco salvaje" y considera que él se defendió de los ataques de García "como cuando un niño le hacen daño y responde dando una patada en la espinilla a un gigante".

Y como un niño intentando sonsacar un secreto a un gigante de la comunicación, se debió sentir Évole al pedirle a José María García que le contará alguna de las exclusivas que nunca dio. La respuesta, una de sus frases más míticas: "Buenas noches y saludos cordiales".