El gesto fue efectista, honesto y real, porque esa parte de la moda que pisa las pasarelas tiene muy en cuenta dos escenarios: las alfombras rojas, léase premios Goya, y las bodas y celebraciones. Y esto segundo es lo que tuvo en cuenta Juan Duyos, que la tarde del viernes sustituyó las modelos profesionales del cásting de la Madrid Fashion Week por aquellas mujeres que realmente encargan y pagan sus prendas: clientas, amigas, vecinas y conocidas.

«Hasta alguna que he parado por la calle. Esto sí es un verdadero ejemplo de empoderamiento femenino. Porque el poder de la moda lo tienen ellas. Ni tendencias, ni diseñadores, ni modelos. Las que eligen son ellas» decía el modista, que ha vestido en alguna ocasión a la reina Letizia y que el año pasado celebró sus 20 años en la moda.

Por la pasarela de Ifema desfilaron desde su hermana Patricia a la jefa de prensa de su marca Blanca Zurita, pasando por la cocinera Begoña Rodrigo y la empresaria y DJ Brianda Fitz James. Y así hasta 30 mujeres muy aplaudidas por el público asistente. «El objetivo no era otro que poner en valor la diversidad real y potente de las mujeres cotidianas», explicó Juan Duyos, que tiene su atelier en la madrileña calle Barquillo.

Un viaje lento se llama su nueva colección. Duyos, responsable del diseño de las chaquetillas confeccionadas a partir de algodón reciclado que lucirán este año los cocineros galardonados con los soles Repsol, defiende así su «moda lenta», aquella que se detiene en los detalles y la artesanía: bordados minuciosos, juegos de texturas, siluetas que contrastan con grandes volúmenes...

Sus modelos han brillado en blanco y negro. En nude y dorado. En plata y azul noche. En esmeralda y negro. Tonalidades para un diseñador que es un espíritu libre.

DE LOS 80 A FORTUNY / Esta edición número 63º de la Madrid Fashion Week ha significado el regreso a la pasarela de la firma Pedro del Hierro, que contó con la presencia, en primera fila, de Isabel Preysler. También hemos visto el viaje a la Luna que ha hecho María Escoté.

La firma de bañadores y ropa interior Andrés Sardá, por su parte se fijó, como muchos otros, en los años 80, y contó con Mario Vaquerizo para animar un desfile en que se rendía homenaje desde a las lecciones de aeróbic de una elástica Jane Fonda a una diva televisiva como Linda Evans en la serie Dinastía. Hannibal Laguna, por su parte, viajó hasta Japón. Y la colorida Agatha Ruiz de la Prada rindió homenaje a la bandera española.

Ayer sábado fueron los gemelos Iñaki y Aitor Muñoz, con su firma Ailanto, los que volvieron a fijarse en las Bellas Artes y trasladar a una colección de moda el universo de Mariano Fortuny y Madrazo, el hijo del gran pintor y también artista, que además de pintura y fotografía, dedicó su vida al textil e hizo el mítico vestido plisado Delphos.

Los Muñoz han desarrollado una serie de vestidos en las que a pinceladas y sobre una superficie de terciopelo, han recreado los plisados y los colores que empleaba Fortuny.

El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, presenció ayer el desfile del diseñador Ulises Mérida como muestra de apoyo a una industria que, según recalcó, supone el 3% del PIB y el 4% del empleo en España. En declaraciones a los medios de comunicación, el político calificó de «muy valiente» el empleo de la bandera española en la escenografía y los diseños del desfile de Agatha Ruiz de la Prada, que siguió a través de internet.