«Los derechos de las mujeres importan». Es el lema que llevaba escrito en su cuerpo la mujer que se plantó en toplés frente al cómico Bill Cosby, de 80 años, cuando iba a declarar como acusado por agresión sexual. En el torso de la joven se podían leer escritos nombres de mujeres que acusan a Cosby de haber abusado sexualmente de ellas. También llevaba escrita la palabra Femen, nombre del grupo feminista contestario que se ha hecho célebre en el mundo porque sus activistas protagonizan desnudos en sus protestas.

El incidente tuvo lugar ayer lunes, cuando estaba previsto el inicio del nuevo juicio contra Cosby, que ya fue juzgado en junio del año pasado. En aquella ocasión no hubo veredicto, porque el jurado fue incapaz de ponerse de acuerdo y el proceso fue declarado nulo. En el proceso actual, Cosby se enfrenta a tres delitos de abuso sexual, con una pena máxima de 10 años de cárcel cada uno de ellos.

Cosby, icono de la cultura popular de Estados Unidos, ha sido acusado de abusos sexuales por más de 60 mujeres, aunque está siendo juzgado solo por el caso de la canadiense Andrea Constand. La presunta víctima asegura que una noche, a principios del año 2004, Bill Cosby la invitó a su mansión de Cheltenham, en Pensilvania, y le dio unas pastillas que la marearon, la dejaron semiconsciente y sin posibilidad de defenderse del acoso.

Ambos se habían conocido tres años antes, mientras ella entrenaba el equipo de baloncesto de la Universidad de Temple y Cosby formaba parte del patronato del centro educativo.

El actor sostiene que la relación con Constand fue consentida y que usaba drogas como señuelo para atraer a las mujeres, pero nunca como herramienta para incapacitarlas.

La defensa presentó el viernes por la noche una moción para sustituir a uno de los 12 miembros del jurado que fueron seleccionados la semana pasada, una petición que podría retrasar el comienzo formal del juicio.