Sethlas, la drag queen ganadora el año pasado del certamen de carnaval de Las Palmas de Gran Canaria vestida de Virgen y de Cristo crucificado, despidió la noche del lunes su polémico reinado con una nueva reivindicación a la libertad de expresión tras la denuncia que le interpusieron en el 2017 por un delito de ofensa a los sentimientos religiosos y que la Fiscalía archivó. Esta vez puso en escena La última cena (foto derecha), en la que los apóstoles eran los participantes del concurso más transgresor del carnaval capitalino. Previamente había llegado al escenario vestido de Virgen María y acompañado de sus apóstoles. Y terminó con un mensaje: «Quien esté libre de pecado que tire la primera piedra».

Drag Sethlas cedió de esta manera el trono a Drag La Tullida, ganadora de la gala. Horas antes, la Asociación de Abogados Cristianos ya había advertido en su perfil de Twitter que pondría una nueva querella contra Sethlas si insistía en su línea: «Seguiremos la gala Drag, no vaya a ser que La última cena sea La penúltima querella a Drag Sethlas».