Para muchos jóvenes es un desconocido, pero para los más adultos Michael J. Fox, que tiene ahora 57 años, sigue siendo el protagonista de la trilogía Regreso al futuro. El actor ha rememorado ahora cuando una mañana de 1990 se despertó notando que el dedo meñique de su pie izquierdo se retorcía de forma incontrolada. Un año después, un neurólogo de Manhattan le daba el diagnóstico: párkinson de aparición temprana. Tenía 30 años, llevaba tres casado con la actriz Tracy Pollan y su primer hijo no había cumplido los dos años.

«¡Fue el momento más terrible de mi vida!», ha contado a la revista People, que lo ha llevado a su portada con su mujer para recordar sus 30 años de matrimonio. Viven en un apartamento en Manhattan y son padres de cuatro hijos: Sam, Esme y los mellizos Schuyler y Aquinnah.

Tras el diagnóstico, en el 1991, escondió su enfermedad al gran público durante siete años, una época en la que trabajaba con miedo a tener que dejar el cine. «Caí en una profunda depresión y me refugié en el alcohol. Bebía a diario y me estaba aislado de la familia y los amigos. Llegué a un punto en el que escondía las botellas. Un día llegué borracho y me quedé dormido en el sofá. Mi mujer al verme me dijo que estaba cansada. Y decidí poner remedio. Decidí ir a terapia. Ahí me di cuenta de todo el daño que me estaba haciendo a mí y a los míos. Gracias a ese esfuerzo mi matrimonio mejoró y mi carrera pudo continuar».

Incapaz de seguir disimulando los síntomas, en el 1998 Fox reconoció públicamente su enfermedad. Dos años después dejaba la telecomedia Spin City y a partir de ese momento trabajó únicamente en proyectos en los que la enfermedad no fuera un impedimento.

ACTIVISTA / Compaginó algunos papeles en televisión pero sobre todo se volcó en su labor al frente de la fundación que lleva su nombre, una oenegé que creó en el año 2000 dedicada a buscar posibles curas contra el Párkinson. Lleva donados a la investigación más de 650 millones de dólares (más de 585 millones de euros). «Si llegamos a poder detener el avance de la enfermedad y reducir sus síntomas, me daré por satisfecho», explica. Su interés en ayudar a la investigación lo ha llevado a auspiciar recientemente un experimento que busca encontrar un tratamiento para el párkinson en el espacio. Otros actores como Alan Alda y Hellen Mirren también padecen esta enfermedad degenerativa.

El compromiso de Fox fue reconocido por el jurado del premio Nobel que otorga el Instituto Karolinska en Suecia, que le concedió en el año 2010 un doctorado honoris causa en Medicina.

En las conferencias que da Michael J. Fox se pone como ejemplo de superación. «Puedo interpretar cualquier personaje, siempre y cuando tenga párkinson» bromea. Lo que no le hace ninguna gracia es dar lástima. «La gente me mira a veces con recelo y tristeza en sus ojos. Aunque yo esté bien, la gente tiene miedo. Y no quiero dar lástima. Ojalá fuera yo el autor de esta frase, pero no lo soy: la lástima es una forma benigna de abuso», reconoce.

REENCUENTRO / La portada en la revista People coincide con el reciente reencuentro que tuvieron los protagonistas de la película Regreso al futuro . Michael J. Fox (Marty McFly), Christopher Lloyd (Doc), Lea Thompson (Lorraine Baines) y Thomas Wilson (Biff Tannen) se juntaron con motivo de la Fan Expo de Boston. Michael J. Fox recordó ese día que la trilogía está finiquitada. «El director y creador de Regreso al futuro Robert Zemeckis ya dijo que si se planteaba una cuarta entrega, sería por encima de su cadáver», zanjó por si quedaba alguna duda respecto a una nueva parte del filme.