«Estamos aquí para abrir La Caja de Pandora». Así se presentó ayer la primera plataforma en España creada específicamente para denunciar, perseguir y acabar con los abusos sexuales en el mundo cultural. Esta iniciativa está integrada por más de 3.000 mujeres que pertenecen al ámbito de las artes. Un colectivo «organizado y en lucha» que está actualmente compartiendo experiencias y testimonios de «manera íntima», con el objetivo de construir recursos «pedágogicos y jurídicos» para así sacar más casos a la luz y denunciar los abusos sexuales «a los que se han visto sometidas». Aunque no se han definido a sí mismas como el #MeToo español, se trata del primer movimiento en el país creado específicamente para perseguir los abusos en el mundo cultural. En cualquier caso, la «metodología» que llevan a cabo difiere de la del movimiento inicial originado en octubre de 2017 contra el productor Harvey Weinstein, ya que se trata de una organización que está creando una estructura específica para «luchar» contra las agresiones, y no de denuncias espontáneas publicadas en la redes sociales.

La Caja de Pandora ha echado a andar sin nombres propios y sin portavoces. Según han informado a través de la lectura de un manifiesto ante los medios, el grupo se constituyó el pasado julio de 2017 como plataforma de apoyo a la artista Carmen Tomé, quien denunció de manera pública haber sufrido un abuso sexual por parte de Javier Duero en el programa de Residencias A Quemarropa en Alicante.

SEGUIR SUMANDO / Las pandoras tienden la mano a «todas las mujeres e identidades diversas» para que cuenten «con su apoyo». «Para seguir sumando y que sepamos que no estamos solas. No lo estábamos, ahora lo sabemos y ya no lo vamos a volver a olvidar», recalcan. Las artistas se han dirigido a los hombres, quienes, a su juicio, «siguen siendo los líderes en el mundo cultural y artístico». «Estos hombres agresores, que hacen uso de sus privilegios, tampoco deberían olvidarlo. Si tocan a una, nos tocan a todas», concluyeron.